Rafael Venegas
Para Lampadia
Esta es la situación que vivió la población del Perú en los últimos días, gracias al nefasto, inmoral y teatral gobierno de turno.
Hace unos días, el reyezuelo y sus bufones protagonizaron en el mismísimo palacio, una obra teatral ante una pequeña portátil y con la ayuda de sus mercenarios políticos disfrazados de dirigentes sociales y ronderos.
El guión de la obra consistió en victimizarse, como siempre y lanzar agresivas y destempladas amenazas para encender la furia y el odio contra y la “derecha golpista” y demandando el cierre del Congreso.
Este infame y burdo espectáculo no hubiera trascendido, si no fuera porque cuentan con el gran apoyo de la prensa que tontamente se presta para difundir todos sus shows a nivel nacional y de manera gratuita.
Un verdadero acto de divisionismo e incitación a la violencia, que sin duda puede ser calificado de terrorismo político, especialmente si viene de parte de quienes deberían de generar la unión y no la división y el odio entre peruanos.
Felizmente esto no cayó en saco roto, ya que las fuerzas del orden respondieron contundentemente atacando, bombardeando y destruyendo el centro de operaciones de los narco terroristas del VRAEM, que sin duda son sus financistas.
Con este hecho las FFAA les enviaron un fuerte mensaje, que luego complementaron públicamente manifestando que no permitirán el rebrote del terrorismo, ni la violación de la constitución.
Pero estos son sólo parte de los muchos pasajes teatrales que venimos espectando a diario.
Familiares, amigos y financistas presidenciales fugados y detenidos, algunos cantando y otros afinando sus instrumentos para comenzar a hacerlo.
El reyezuelo está obstruyendo ilegalmente a la justicia, mientras hace que sus pajes se arrodillen a sus pies. La guardia real encubriendo y desapareciendo pruebas y los bufones de la corte victimizándose y azuzando a sus ingenuos seguidores, aprovechando la ¨bondad¨ de la prensa tonta o mercantilista.
Esta obra teatral ya lleva un año en escena y en este tiempo se ha podido acumular una enorme cantidad de evidencias de corrupción, tráfico de influencias y obstrucción a la justicia, entre otros delitos, que son más que suficientes para generar un juicio político y vacar inmediatamente al reyezuelo. Por muchísimo menos se han vacado a otros gobernantes anteriormente.
Sin embargo, la constitución que ellos mismos pretenden cambiar, es lo que paradójicamente los está salvando porque se requiere un número de votos prácticamente inalcanzable.
Existen otros caminos constitucionales, como la suspensión, la destitución o el cambio de reglamento para reducir los votos necesarios. Sin embargo, estos requieren decisión, celeridad y valentía, competencias que el Congreso claramente no posee.
El hecho es que el bloque de congresistas que votan cual rebaño de ovejas tiene 44 votos duros, que son exactamente los necesarios para ponerle candado al tema.
Esto les es suficiente, incluso si todos los niños del nido votaran a favor de la vacancia.
La única posibilidad que existe sería que todos los niños voten a favor y que además, al menos uno de los congresistas del rebaño, se ponga la mano al pecho y vote con la razón. ¿Posible o imposible?
Pero no todo es negativo. Aparte del aparente despertar de las fuerzas del orden, el ministerio público se ha puesto las pilas y está actuando con liderazgo, valentía y celeridad. No obstante, hay que tener en cuenta que la Fiscalía sólo puede investigar y denunciar, pero es el poder judicial quien resuelve.
Sin embargo, para el caso de vacancia por incapacidad moral no es necesaria su intervención, ya que se trata de un juicio político y en ese caso quien resuelve es el Congreso.
Para eso sólo es necesario que se presenten evidencias (no pruebas) suficientes para declarar la incapacidad y votar por la vacancia.
Evidencias hay mucho más que suficientes, pero por el momento, no hay los votos necesarios.
Tal como se ven las cosas, si todos los niños y al menos una oveja no se iluminan y entran en razón, hay una gran posibilidad de que el último capítulo de esta obra teatral sea verdaderamente ¨entre machetes y misiles¨. Un desenlace que por supuesto, nadie quisiera. Lampadia