Por: Fernando Calmell del Solar Del Rio, Presidente del Directorio | Director de Políticas Publicas
Asociación de Emprendedores del Perú
Para Lampadia
En pleno estado de emergencia la realidad de los emprendedores Mypes peruanos sale a la luz más que nunca, son 7 millones de peruanos a los cuales la informalidad (tributaria alrededor de 70% y laboral alrededor de 80%), les está pasando factura. Y no solo a ellos sino también a los más de 5 millones de peruanos que trabajan dentro de estas unidades de negocio que muy pocas veces superan los 10 empleados.
Previo al estado de emergencia indicamos, desde la Asociación de Emprendedores del Perú – ASEP que el principal riesgo, que ya es una realidad, era el rompimiento de la cadena de pagos, lo cual no está permitiendo que la gran mayoría de este sector que está en la base de la pirámide, cobre deudas pasadas, y además, ante la incertidumbre económica mundial y la parálisis productiva como resultado de las medidas de salud tomadas por el gobierno, muchos de ellos no pueden salir a trabajar ni se están recibiendo nuevos contratos.
Saludamos las medidas inmediatas adoptadas oportunamente en favor de la Mype, por el MEF que logran aliviar parcialmente el problema del sector durante estos días, pero es necesario empezar a pensar en medidas adicionales, sobre todo para los sectores más golpeados y dentro de ellos también a los informales a quienes las medidas actuales no afectan.
Hay que llamarlos a la formalidad, aprovechar la necesidad para el empadronamiento, pero también entender su realidad y dejar muchas leyes que solo funcionan en los libros y adaptarlas a la realidad del país porque si no, la ola que venga después los empujara a la quiebra o nuevamente a la informalidad y esta vez para siempre.
Muchos de estas personas son transportistas y parte de la cadena de abastecimiento de los mercados de barrio y las bodegas, otros podrán empezar a cocinar raciones para los más necesitados, gasfiteros y electricistas, empiezan a ser necesarios en los hogares, con ellos los insumos básicos de las ferreterías, y así un interminable número de personas (según ENAHO alrededor de 3 millones) que, de manera empadronada y ordenada podrían empezar a salir a ganarse el pan, que finalmente es lo único que buscan.
Hay que tener en cuenta que este altísimo número de personas informales, que trabajan día a día y que nunca protestaron ni pararon, precisamente porque si no trabajan no comen, en estos momentos están prohibidos de salir a trabajar, y los recursos se les están acabando. Esta cruda realidad, llevara a que todos los días aumente el número de personas que no respetan las medidas del gobierno, saliendo a trabajar y, ojala no se materialice, a protestar.
Fernando Calmell del Solar Del Rio
Presidente del Directorio | Director de Políticas Publicas
Asociación de Emprendedores del Perú