Fernando Ruiz Caro Villagarcía
Desde Cusco
Para Lampadia
En momentos en los que el mundo desarrollado viene saliendo de la pandemia (sobre todo los países que han avanzado más en la vacunación), y en los que las tendencias de consumo se vuelven a poner a niveles previos a esta calamidad global, se ha dado un cambio inesperado y sumamente alentador para la economía peruana: estamos entrando a un nuevo “súper ciclo del cobre”, el cual a su vez, arrastra hacia arriba el precio de los otros metales que el Perú produce y exporta.
Estos súper ciclos económicos (que no son nuevos) son impulsados por diferentes cambios en el panorama mundial. El más reciente que se recuerda (2,006 al 2,014), fue motivado por la gran expansión de la economía China; y además tuvo a su favor un gobierno pro mercado como el de Alan García. Estos dos factores combinados le permitieron al Perú superar fácilmente la crisis mundial del 2,008 y reducir la pobreza y la desigualdad en niveles que nunca antes se habían visto en nuestra historia reciente.
¿Porque es importante reflexionar sobre esto?
Porque precisamente se nos presenta ahora, la que quizás sea la oportunidad más clara en toda nuestra historia para impulsar un desarrollo sostenible que cierre las brechas sociales históricas de nuestro país; en especial, las que tienen que ver con la el déficit e inequidad de la infraestructura, lo cual es responsabilidad directa del estado.
Para que este “Shock Expansivo” en nuestra economía sea posible, es indispensable contar con un gobierno pro mercado que permita y promueva más inversiones en el sector; y que además utilice adecuadamente estos recursos que vendrían de este ciclo favorable.
Por si fuera poco, en el quinquenio 2,006 al 2,011 fuimos una de las estrellas emergentes de la economía mundial con una producción minera mucho menor a la actual (gracias en parte a este súper ciclo del precio de los metales). Hoy las oportunidades son mucho mayores pues estamos produciendo casi el doble de Cobre que en el 2,011 lo que se puede ver en el siguiente cuadro:
Este incremento económico (tanto por el valor como por el volumen de producción) puede significar más de 5,000 millones de dólares adicionales en recaudación de impuestos al año; los cuales deberían servir no solo para financiar todas las propuestas de apoyo social y reactivación económica planteadas por Fuerza Popular, sino incluso, para reducir el déficit fiscal generado por la pandemia y retomar obras como el de la nueva carretera central, las líneas de metro que le faltan a Lima, hospitales, colegios y muchos otros proyectos urgentes a nivel nacional. Lampadia