Jaime de Althaus
Para Lampadia
El gobierno intenta redirigir las demandas contra él por el alza de precios, al cambio de Constitución, eliminación de supuestos monopolios y cierre del Congreso. Permite o fomenta paros y bloqueos para inocular esas consignas, pero las medidas que adopta favorecen a los sectores medios y altos y eventualmente perjudican a los sectores populares, como veremos.
El caso más notorio y reciente ha sido el fracasado paro agrario de ayer. Como podemos ver en el aviso, el paro, en lugar de demandarle al gobierno solución a problemas concretos como el alza de los fertilizantes, por ejemplo, se convocó “contra los monopolios, contra el congreso golpista y por una nueva Constitución”.
Por eso fracasó. Esas son demandas politizadas que nada tienen que ver con la realidad y que responden a consignas del gobierno y Perú Libre.
Uno se pregunta cómo así la CGTP y otras organizaciones se suman a un gobierno a estas alturas tan impopular y que no fue capaz de prevenir ni aliviar el alza de los precios. Y la respuesta es que esas organizaciones han sido cooptadas. El gobierno le ha regalado a la CGTP, por ejemplo, el ministerio de Trabajo, para desarrollar una agenda que, en realidad, excluye y perjudica a las grandes mayorías.
Es lo que ocurre con las normas laborales que ha dado y pretende dar, que solo sirven para encarecer cada vez más la formalidad excluyendo de ella a las grandes mayorías populares. Incluso el reciente incremento del salario mínimo beneficia a muy pocos en perjuicio de la gran cantidad de micro y pequeñas empresas, que no podrán sufragarlo, condenándose a despedir o informalizar.
Pero algo parecido ocurre con las medidas adoptadas para contener el alza de precios de los alimentos y combustibles. En lugar de focalizar en los sectores más necesitados con subsidios y bonos, se focaliza en las clases altas y medias.
La exoneración del IGV para el pollo, los huevos, el pan, azúcar y las pastas, solo se aplicará en los supermercados formales, allí donde acuden las clases altas y medias, pero no en los mercados populares donde compran las mayorías populares. La exoneración del ISC a los combustibles favorecerá principalmente a quienes consuman más combustibles.
Otras medidas aprobadas, esta vez, por el Congreso, tienen el mismo efecto: autorizar un retiro adicional de los fondos de pensiones, beneficia a los afiliados que, como sabemos, pertenecen al sector formal de las clases medias y altas, y solo para destruir un fondo que sirve como ahorro nacional para fomentar la inversión y el crecimiento (es decir, la reducción de la pobreza). Peor aun con la devolución del Fonavi por 42 mil millones de soles, con beneficiarios relativamente acomodados en perjuicio del presupuesto nacional que debería servir para atender servicios básicos.
Todo esto es una farsa. Se habla de monopolios y de nueva Constitución, pero en la práctica se favorece a las clases solventes en perjuicio de las clases populares. Son las mentiras de la ideología de izquierda y de los intereses subalternos de grupo. Una vergüenza. Lampadia