La verdad es que en Lampadia estamos hartos de tener que seguir reportando todas las semanas sobre los desvaríos y amenazas de Donald Trump a la armonía y sensatez de la geopolítica global, pero los peruanos debemos conocer de primera mano los acontecimientos que perfilan nuestro futuro.
Cada nuevo paso de Trump, genera una nueva decepción o escándalo. Las últimas reacciones contra este advenedizo de la política estadounidense, fueron luego de su visita a Europa. Veamos los calificativos que se ganó:
Angela Merkel afirmó que Europa ya no podía «confiar en EEUU”, palabras que parecen marcar el final de una alianza que definió el orden mundial desde la Pos-guerra.
La canciller alemana advirtió que «Los tiempos en los que podemos contar con los demás parecen haberse terminado, como he experimentado en los últimos días. Nosotros los europeos tenemos que tomar nuestro destino en nuestras propias manos. Por supuesto, tenemos que tener relaciones amistosas con EEUU y con el Reino Unido y con otros vecinos, incluido Rusia. Pero tenemos que luchar por nuestro propio futuro.»
Angela Merkel, ha criticado la actitud de Trump hacia el acuerdo climático, «La discusión sobre el cambio climático ha sido muy complicada si no muy poco satisfactoria. No hay ningún indicio de que Estados Unidos vaya a continuar actuando según lo establecido en el Acuerdo de París».
La actitud de Trump durante su primer viaje por Europa como presidente, solo puede ser descrita como desastrosa. Nadie lo describió mejor que el periódico alemán Der Spiegel en un descarnado editorial que afirma que Trump es «incapaz” y “un riesgo para el mundo”:
“Donald Trump no es apto para ser presidente de Estados Unidos. No posee el intelecto requerido y no comprende el significado del oficio que ocupa ni las tareas asociadas con él. No lee. No se molesta en leer archivos importantes e informes de inteligencia y sabe poco sobre los temas que ha identificado como sus prioridades. Sus decisiones son caprichosas y se entregan en forma de decretos tiránicos”.
Es un hombre sin moral. Como se ha demostrado cientos de veces, es un mentiroso, un racista y un tramposo. Me siento avergonzado de usar estas palabras tan agudas y fuertes. Pero si se aplican a alguien, se aplican a Trump. Y una de las tareas de los medios es continuar diciendo las cosas como son: Trump tiene que ser removido de la Casa Blanca. Con rapidez. Él es un peligro para el mundo”.
Y es que el mundo se tiene que unir en contra de Trump. Es la mayor amenaza para los Estados Unidos y el resto del mundo. En Lampadia vimos hace tiempo quién era Trump y en junio de 2015 publicamos en nuestro ticker: “Debemos declarar a Donald Trump persona non grata a la humanidad”.
Como afirma un reciente artículo de Bernard-Henri Lévy en Project Syndicate (glosado líneas abajo), “El malestar de la opinión pública es cada vez más evidente. (…) Tal vez la masa de la oleada populista se convierta otra vez en el gran pueblo estadounidense, un pueblo de ciudadanos. Cuando eso suceda, Trump será historia.” Lampadia
Europa no puede confiar en EEUU y afronta una vida sin Reino Unido, dice Merkel
«Debemos tomar el destino en nuestras propias manos», dice el canciller alemán
«Por supuesto que necesitamos tener relaciones amistosas con EEUU y con el Reino Unido, y con otros vecinos, incluida Rusia», dijo Merkel. Pero agregó, «tenemos que luchar por nuestro propio futuro».
La canciller alemana habló un día después de que los líderes de las naciones del G7 se enfrentaron en una cumbre en Sicilia. Donald Trump, en su primera visita a Europa como presidente de Estados Unidos, se negó a decir si apoyaría los acuerdos climáticos de París, que Barack Obama prometió que Estados Unidos adoptaría en 2015.
Merkel calificó las discusiones como «muy insatisfactorias», agregando que «no hay indicación de que Estados Unidos se quede en el acuerdo de París». Trump escribió en Twitter que tenía la intención de decidir sobre el acuerdo de París la próxima semana.
Durante el viaje a Europa, Trump también apuntó a Alemania por su superávit comercial con Estados Unidos, lo que llevó a Merkel a rechazar las críticas como «inapropiadas».
El presidente estadounidense también se enfrentó con jefes de Estado europeos a principios de semana en una cumbre de la OTAN en Bruselas, donde los reprendió por no cumplir un objetivo de gastar el 2 % del producto bruto interno en defensa.
Trump, que llamó a la OTAN «obsoleta» en la campaña presidencial del año pasado, no respaldó el Artículo 5 del compromiso de la alianza de seguridad con la defensa mutua, incluso cuando se encontraba frente a un nuevo monumento en la sede de la OTAN en honor a la defensa mutua.
Patrick McGee en Frankfurt y George Parker en Taormina, Financial Times
28 de mayo, 2017, Traducido y glosado por Lampadia
¿No hay mal que dure 100 años ni cuerpo que lo resista? Veamos las opciones de los estadounidenses para salir de Trump:
Cómo despertar de la pesadilla Trump
Project Syndicate
BERNARD-HENRI LÉVY
Fundador del movimiento “Nouveaux Philosophes”
24 de mayo, 2017
Traducción: Esteban Flamini
Glosado por Lampadia
El pueblo estadounidense tiene tres formas de escapar del mal trago de la presidencia de Donald Trump. Pero que lo haga, y cuándo, es una cuestión irreductiblemente política, no una que dependa de posibilidades legales.
- En primer lugar, está el método nixoniano, donde el presidente, desgastado por la lucha, asustado y deseoso de evitar el proceso legal en su contra que empieza a organizarse, renuncia al cargo.
- En segundo lugar, está el artículo 4 de la 25.ª Enmienda de la Constitución, ratificada en 1967, que detalla un mecanismo para que el vicepresidente y el gabinete puedan actuar en reemplazo de un presidente muerto o impedido de gobernar por motivos de salud.
- Por último, queda el recurso al juicio político, un tema del que se habla cada vez más abiertamente en Washington. El juicio político es un procedimiento para la destitución de un presidente, vicepresidente u otros altos funcionarios del ejecutivo sospechados de “traición, cohecho u otros delitos y faltas graves”.
Pero hay dos grandes razones para dudar de que un juicio político vaya a librar al mundo de Trump. En primer lugar está el equilibrio de poder en el Senado: haría falta que al menos 19 senadores republicanos se unieran a los demócratas para condenar a Trump. Por el momento, hay como mucho cinco dispuestos a hacerlo.
En segundo lugar, los jefes del Partido Demócrata son reacios a ver al ultraconservador vicepresidente Mike Pence asumir el puesto que quedaría vacante tras la caída de Trump.
En las democracias posmodernas, el único jefe es la opinión pública. Y la opinión pública funciona según una lógica propia.
- ¿Cuánto tiempo más tolerará el pueblo estadounidense las dosis casi diarias de nuevas pruebas de conflictos de intereses?
- ¿Y los vínculos financieros con Rusia de Trump y sus colaboradores?
- Y para terminar, está la grosera obstrucción de la justicia que supone el despido del director del FBI, James Comey.
El malestar de la opinión pública es cada vez más evidente.
El peor de los casos nunca es inevitable. Tal vez la masa de la oleada populista se convierta otra vez en el gran pueblo estadounidense, un pueblo de ciudadanos. Cuando eso suceda, Trump será historia. Lampadia