Emmanuel Macron es parte de un fascinante nuevo fenómeno político. Después de largas décadas de una política bipartidista, conservadora/socialista, Francia ha visto surgir, en menos de dos años, un nuevo fenómeno, Macron y ‘En Marcha’. Un movimiento político centrista que primero llevó a Macron a la presidencia y ahora lo estaría llevando a lograr una mayoría abrumadora en el parlamento, según los resultados de la primera vuelta de las elecciones legislativas. La mayoría más grande desde 1981, como puede verse en el siguiente gráfico.
Los resultados oficiales publicados el lunes mostraron al partido de Macron, La République En Marche (La República en Marcha) ganar con el 32.3% en la primera vuelta, por delante de Les Républicains y sus aliados con 21.6% y la extrema derecha del Frente Nacional (Le Pen), con 13.2%. El Partido Socialista (el partido del predecesor Francois Hollande) obtuvo solo el 9.5% de los votos, incluyendo a sus aliados.
El incipiente movimiento centrista de Macron podría pasar de tener cero estaños en la Asamblea Nacional Francesa a un estimado de 400 a 455 asientos, de un total de 577 (entre 69 y 79%). Algo imposible de imaginar solo un par de meses atrás. En cambio, el socialismo, una de las fuerza dominantes de la política francesa, estaría teniendo el peor resultado desde 1958, un movimiento tectónico.
Y es que Macron, un recién llegado a la política, ha logrado transformar el panorama político francés en un tiempo récord. Una propuesta que no existía hace dieciséis meses. Ver en Lampadia: Establishment francés creó a Macron para evitar giro político.
Es importante puntualizar que estas elecciones se dan después del Brexit en el Reino Unido y la adopción de un lenguaje populistoide por parte de su Primer Ministro Theresa May, luego de la captura del poder de EEUU por Trump con una propuesta anti-globalización y libre-mercado, y después de los retos del neo-populismo en Austria y Holanda. Pero además, Macron que toma las banderas de la globalización y el europeísmo, gana con un lenguaje de ruptura con el tradicional independentismo proteccionista francés, alejándose de alguna manera de lo políticamente correcto. Ese espacio de la política que inhibe la renovación de ideas políticas ante el riesgo de perder el piso más ‘seguro’.
Francia ha seleccionado a un carismático nuevo líder para la gran batalla política entre el globalismo y el nacionalismo que está en marcha en las democracias occidentales. Macron, defensor de la globalización, de la política centrista y de la Unión Europea, se erigió como un bastión contra las fuerzas no convencionales y disruptivas que han alterado la política mundial desarrollada durante el último año.
La derecha, que hace sólo un año era la favorita en ganar las elecciones presidenciales y parlamentarias, se enfrenta a un resultado decepcionante y podría estar en camino a su peor puntuación parlamentaria de posguerra en la Quinta República de Francia.
El partido ultraderechista Frente Nacional quedó en tercer lugar con 13% de la votación, por debajo de las expectativas. Su líder, Marine Le Pen, no pudo sacar provecho de los 10.6 millones de votos que ganó cuando llegó en segundo lugar en las elecciones presidenciales del mes pasado.
Sin embargo, el gran derrotado de las elecciones fue el Partido Socialista (PS), que hasta ahora constituía junto con los ecologistas el grupo más numeroso en la Asamblea Nacional. Este domingo obtuvo el peor resultado en 59 años.
Cabe recordar que esta ha sido la primera vuelta, y que la elección de los diputados de la Asamblea Nacional pasa también por una segunda vuelta, en la que participarán los que hayan quedado en primer o segundo lugar en cada jurisdicción, a no ser que hayan obtenido el 50% de la votación. También podrán participar en la segunda vuelta los que hayan obtenido el 12.5 de la votación y quedado en tercer o cuarto lugar (los porcentajes se refieren a los votantes inscritos en las listas nominales). La úlitma compulsa tendrá lugar el 18 de junio.
La mayoría parlamentaria de Macron lo ayudará a implantar las reformas necesarias para modernizar y reactivar la economía, hacer frente a las altas tasas de desempleo y cerar mejores espacios de innovación.
Parece que Macron tendrá la libertad que requiere para hacer impulsar su agenda política en la Asamblea Nacional. Pero tal vez la noticia más importante es que, al borrar la división izquierda-derecha, ha frenado el crecimiento del populismo y también ha creado una plataforma centrista fuerte, ambiciosa, reformista y optimista, basada en una clara comprensión del nuevo mundo. Ver en Lampadia: Francia rechaza el aislacionismo y abraza la globalización.
En los pocos días que lleva en el gobierno Macron, ya ha dado claras muestras de proyectar su liderazgo más allá de sus fronteras. Ha enfrentado a Trump e invitado a los científicos de EEUU a mudarse a Francia. Ha proclamado un lema contestatario: “Hagamos nuestro planeta grande otra vez”. En sus conversaciones con Ángela Merkel ha planteado la necesidad de hacer reformas en la Unión Europea, algo que planteamos en Lampadia: Europa ha recibido muchos avisos que debe escuchar.
Desde la perspectiva peruana, la victoria de Macron no solo significa el contrarrestar la amenaza de que en los países más ricos se sigan diluyendo los valores del libre comercio y la globalización, esenciales para el desarrollo de países pequeños como el nuestro; también significa que las ideas de la libertad, del comercio, de la apertura global y de la integración, estarán en las primeras páginas de los medios y los ciudadanos tendrán una nueva oportunidad de valorar sus aportes. Macron está listo para liderar una nueva ‘revolución francesa’. Lampadia