Jorge Morelli
Blogspot, 26 de junio de 2017
El Perú podría pasar de tener una economía de 200 mil millones de dólares a una de cerca de 480 mil millones de dólares en los próximos doce años hasta el 2030.
¿Le parece increible? Considere lo siguiente. El secreto está en la estrategia del agua, el bosque y el riego, con la que se puede construir una nueva economía para el Perú del siglo XXI. Lo acaba de demostrar por el grupo económico que reúne EXPRESO con la ayuda del modelo PREDICE.
Hoy, precisamente, en que el gobierno ha perdido a su equipo económico y el país no sabe hacia dónde va la nave.
La clave está en en el equilibrio entre esta nueva economía y la economía tradicional, basada en su mayor parte en la inversión, igualmente indispensable, en la minería de los Andes para el mundo.
Esta nueva estrategia estabilizaría mejor la nave del Perú. Porque con una economía más grande dentro puede capear mejor los cambios fuera, en la economía global.
Lo mejor de esta estrategia es que generará empleo, masivamente. Y, más importante todavía, permitirá incluir a los comuneros de los Andes en el sistema previsional.
Pero hace falta que las minas y los fondos de pensiones decidan invertir en bosque. Una inversión privada de largo plazo, que es la que deben hacer los fondos de pensiones. Es la vía para la inclusión del comunero andino y.del antivo amazónico. Porque confiará en el fondo de pensiones público o privado solo si ve crecer ante sus ojos los árboles que pagarán por la pensión de su vejez.
Esta es la respuesta que el grupo económíco ha dado al pedido que le hiciera el congresista Kenji Fujimori, de formular una nueva estrategia de crecimiento para los próximos doce años hasta el 2030.
Es una visión que puede ayudar a devolverle al Perú la esperanza.
Pero hay que evitar incurrir en el corto plazo en apuestas insensatas, y mirar al futuro más allá del horizonte.
Paradójicamente, el secreto es escudriñar el pasado y modernizar la tecnología que permitió a nuestros antepasados, miles de años atrás, controlar el ciclo del agua de los Andes. Es lo que debemos aprender ahora.