Raúl Delgado Sayán
27.03.2019
Para Lampadia
Las expresiones que durante meses se han venido señalando de manera generalizada en distintos medios de comunicación por personas ajenas a la profesión de la ingeniería y la distorsión que ello pueda haber generado en el público, hace necesario el que utilizando un lenguaje sencillo se puedan aclarar conceptos que son fundamentales para el correcto ejercicio de la ingeniería, tanto en actividades de estudios y diseños como en ejecución de obras de construcción y equipamiento.
Qué es la Ingeniería
La verdadera definición de la ingeniería
Existe una idea errónea de que la ingeniería es una ciencia y por consiguiente debe tener soluciones únicas y precisas como las matemáticas, donde se aplican fórmulas que dan resultados indiscutibles. Nada más errado. La ingeniería no es una ciencia sino fundamentalmente es una profesión que utiliza instrumentos de la ciencia para realizar obras imprescindibles para el desarrollo y mejoramiento de la calidad de vida de las personas, respetando el medio ambiente y el entorno que nos rodea.
Felizmente no se trata únicamente de aplicación de fórmulas matemáticas, o de física y química, o de tantas otras disciplinas científicas que nos dan una solución única y precisa para cada caso. Si esto fuera así, con los adelantos modernos no necesitaríamos de ingenieros, sino simplemente de robots; computadoras y algoritmos que permitirían desarrollar los proyectos. Más aun todos los elementos matemáticos y de las ciencias antes mencionadas, entre otros, generan instrumentos y procedimientos basados en fórmulas matemáticas que son de naturaleza lineal y homogénea, mientras que la realidad es discontinua con materiales heterogéneos y haciendo frente a muchas circunstancias imprevisibles de naturaleza aleatoria; de aproximado conocimiento y en cierta forma muy erráticas que pueden ser fenómenos naturales extremos, como aquellos causados por el clima, caso de los huracanes, inundaciones, huaicos y demás, o por el comportamiento geodinámico de la tierra como es el caso de los grandes terremotos causados por desplazamiento de placas o por erupciones volcánicas.
Frente a todo ello, los ingenieros tenemos que desarrollar y construir proyectos teniendo como finalidad principal la de proteger las obras e inversiones contra estos fenómenos y aquellos que puedan sobrevenir con diferentes intensidades durante su vida útil, y sobre todo protegiendo y garantizando la vida de los usuarios. No olvidemos que el primer artículo de nuestra Constitución y la de muchos países señala que: “El ser humano es el fin supremo de la sociedad y del Estado” y considerando además que la ingeniería es la única profesión cuyo error profesional o negligencia puede causar la pérdida de vidas de decenas y cientos de personas, los ingenieros tenemos que ser muy cuidadosos en nuestro ejercicio profesional ya que este es fruto de la conjunción de 3 fundamentos en nuestra formación que son: a) conocimientos, b) experiencia, y c) criterio profesional, y solo el ejercicio adecuado de ello nos permitirá diseñar proyectos que garanticen: i) correcta funcionalidad; ii) resistencia, iii) durabilidad, y iv) seguridad; entre otros atributos.
Anteriormente mencioné que las soluciones de ingeniería no son únicas y ello se debe de manera fundamental a que no existirán dos ingenieros que necesariamente tengan de manera idéntica las 3 características principales antes nombradas: conocimientos, experiencia y criterio profesional; y es este último el que como consecuencia de los dos primeros plasmará el tipo de solución que equilibrando costos y beneficios con los riesgos y seguridad adecuados para así elegir una solución óptima. Por ello nuestra ética profesional, al igual que los de la profesión de medicina, no nos permite criticar la actuación y criterios de otros colegas de la profesión a no ser que tengamos la convicción de que la solución propuesta por el colega que realiza el Estudio o Diseño no cumple con lo anteriormente expresado de: funcionalidad, resistencia, durabilidad y seguridad.
Ni de lejos la ingeniería es una profesión sencilla. En las siguientes entregas lo justificaremos. Nuestro campo es ilimitado e inmensos los retos que tenemos que enfrentar y solucionar con los instrumentos que tengamos que solo nos proporcionan adelantadamente una aproximación hacia realidades de proyectos muy complejos que servirán en muchos casos a cientos de miles de usuarios cuyas vidas tenemos que proteger y no obstante ello, existen muchos casos que no obstante haber cumplido con la normatividad técnica del conocimiento del caso, no han prestado el servicio del caso e incluso han colapsado.
Es allí donde el criterio profesional debe prevalecer y previendo usos y abusos, mantenimiento inadecuado o fenómenos naturales de excesiva crudeza, sepamos como contrarrestarlo. Es por ello que toda norma técnica siempre señala que su aplicación es de mínimo cumplimiento, dejando a criterio del profesional superarla si lo considera conveniente y tiene la convicción de ello. Lampadia