Luego del anuncio de Ben Bernanke sobre el fin de la expansión cuantitativa por parte del Sistema de Reserva Federal de Estados Unidos (FED), todo indicaba que las monedas de los países emergentes tendrían fuertes presiones hacia el alza, producto de la salida de capitales. Y de hecho pasó. Según los datos de la balanza de pagos publicada por el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), la entrada de capitales fue de apenas US$ 896 millones en el primer trimestre del 2014 frente a los US$ 6,200 millones en el mismo periodo del año pasado. Este pequeño flujo se ha visto influido por la salida de US$ 805 millones de la cuenta de capitales de corto plazo.
Este menor flujo de capitales, unido a la salida de US$ 105 millones en el último trimestre del 2013, hicieron que nuestro tipo de cambio se ubique en alrededor de S/. 2.80 a finales del año pasado, y gracias las ventas del BCRP este se ha mantenido en ese nivel. El banco vendió US$ 1,470 millones entre el 20 de enero y el 5 de febrero de este año.
Sin embargo, esta figura ha sufrido un cambio radical. Luego de las alarmas que se encendieron por la caída de las exportaciones en China, y las decididas medidas que han impulsado las autoridades de ese país para el año (como la depreciación del yuan a alrededor de 6.25), existe un renovado ímpetu por los papeles de países emergentes, dado que la percepción de riesgo ha disminuido. El rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años ha aumentado en los últimos días, llegando a 2.56% desde 2.44% en el mismo periodo.
Algo similar pasa con el oro, que muestra una tendencia a la baja, en línea con la menor percepción de riesgo.
Así, debido a la renovada entrada de capitales hacia nuestro país, para adquirir bonos globales y soberanos, han retornado las presiones a la apreciación de nuestro tipo de cambio, de modo que el billete verde se cotizó en S/. 2.7645 el 29 de mayo del presente año.
Dicha situación obligó al BCRP a comprar US$ 10 millones ese día, retomando dichas acciones después de cuatro meses. Esta misma situación se repite en países como Brasil, Chile y Colombia, y ocurrió hace más o menos un mes en países como Turquía y Corea del Sur. Estas nuevas condiciones externas obligan a replantear las proyecciones del tipo de cambio a la baja, si las presiones a la apreciación continuaran en los próximos meses.
¿Cuál debería ser la política monetaria del BCRP de concretarse este escenario? La experiencia en la segunda parte del año 2012, cuando el tipo de cambio llegó a mínimos históricos (alrededor de S/. 2.54), nos indica que esto es muy dañino para el sector transable de nuestra economía, es decir, para los exportadores tradicionales y los productores nacionales que compiten con importaciones.
En ese sentido, el BCRP debería intervenir en el mercado cambiario con las herramientas a su disposición para evitar los embates de la pérdida de competitividad internacional del sector transable, que viene deprimiéndose desde el 2013.