Por: Juan Carlos Hurtado Miller
Expreso, 23 de noviembre de 2020
El principal problema de hoy día es el empleo, como sustento personal y como reactivación de demanda. Junto a ello, debemos revisar el programa de inversión pública y garantizar la inversión privada (nacional y extranjera), que, aunque lo que se propone más adelante, no se logre de inmediato, hay que tener el sistema para lograrlo en el futuro.
Ello es urgente, ya que debemos ampliar nuestro stock de capital en los sectores agrario y minero; y luego, en los sectores de conectividad terrestre, el turismo y la vivienda (social). El sector construcción se replantea solo.
El tercer problema es la lucha contra la pandemia y junto a ella, la mejora de la atención sanitaria y educativa a las zonas más alejadas del país; por último, la seguridad ciudadana.
Estos cuatro problemas son los de urgente atención. Las reformas estructurales necesarias como la planificación del sistema de gestión e inversión nacional; las tributarias y de pensiones para mejorar la recaudación y el ahorro; la reducción de la informalidad, entre otras, deben ser, por el momento, dejadas de lado, mas no en cuanto a su planteamiento y debate.
Pero el sistema pensionario tiene un doble carácter de urgencia: el ahorro privado y la generación de fondos de inversión para el desarrollo, por lo que se debe coordinar con la Comisión del Congreso. En el presente año he presentado algunas sugerencias.
URGENCIAS SOCIALES
Para todo ello, insisto en la ejecución de la inversión y el gasto social, aún con la posibilidad de un 2% mayor al endeudamiento público. Se debe atender las urgencias sociales ante el incremento de la pobreza.
En el sector Economía y Finanzas he propuesto la necesidad de emisión de títulos valores por parte del Tesoro Público por valor total de 15,000 millones de soles (2 % PBI) en obligaciones a 30 años con una tasa de interés del 3 % a venderse en la Bolsa de Valores de Lima y adquiridos por el Banco Central de Reserva -BCR, (art. 84 Const.), aunque ellos podrían ser adquiridos por cualquier persona o entidad, quizás con un reajuste en la tasa.
Según los especialistas, la masiva inyección de liquidez (Reactiva I y II) no ha tenido un impacto significativo en la inflación, lo que permite un impulso monetario más expansivo, debido a la brecha negativa del producto que da espacio de emisión.
COFIDE
Sendos artículos que he publicado en el Diario EXPRESO explican el desembolso en sumas distintas para diversos sectores creadores de empleo.
En primer lugar, como aportes de capital del Estado (Cofide) a las Cajas Municipales y Rurales y líneas de crédito a las Cooperativas de Crédito para nuevo financiamiento a las mypes en condiciones ventajosas (incentivos) atados a la contratación de nuevos empleados y a la incorporación de técnicas de innovación (CITES). Ellas, son las mayores creadoras de empleo, hay que mantenerlo y aumentar su capacidad de contratación.
Luego, se ha contemplado “inversiones y gastos sociales” para reconstrucción de viviendas precarias; incentivos en agricultura: la de Sierra Azul y Sierra Productiva; garantías de créditos en acuicultura y, por último, en el sector Turismo (ProLima).
3 MILLONES DE EMPLEO
Con lo expuesto es posible la creación de más de 3 millones de empleos, algunos formales, otros informales, pero, en estas circunstancias, empleos al fin.
La segunda prioridad en este sector es crear un “seguro de riesgo” para garantizar rendimiento, cobertura de morosidad (default) y, especialmente, riesgo político. La necesidad de financiación y la concesión en el mediano plazo son de enorme magnitud y, con ello, lograremos cubrir -a modelo del MIGA del Banco Mundial o el Credit Default Swap de los Estados Unidos y la Cía. Española de Seguros de Crédito- los riesgos antes mencionados. Lo expuesto, no solo garantiza la inversión nueva, sino la ya realizada, como la de Mivivienda, en la que se puede vender la cartera actual y renovar los fondos de vivienda social.
COMPAÑÍA DE SEGUROS
Para ello, he propuesto la conversión de Cofide en una Cía. de Seguros (Cofisede) con aportes de capital del Estado, del Banco Mundial, del Interamericano y la CAF y, posiblemente, de gobiernos como EEUU, China, Japón o Corea del Sur con lo que conseguimos respaldo internacional a las pólizas que se emitan.
SALUD Y EDUCACIÓN
Se debe reclutar 100 estudiantes de medicina de nuestras universidades, para que, en dos semanas, realicen un inventario de personal, equipos, medicinas y estado físico de las instalaciones sanitarias para evaluar necesidades actuales y afrontar una probable segunda ola de contagio.
Luego, se deberá organizar “Programas Rurales Integrales”-PRI que consisten en la distribución de camionetas equipadas para lograr acceso a los lugares más alejados de nuestro país, con circuitos alrededor de los actuales “tambos” construidos en Gobierno anterior, los que servirán como depósitos, talleres y abastecimiento de los vehículos y deben operar bajo el sistema de “Cooperación Popular” con estudiantes de salud y de educación y con monitoreo de los centros médicos y educativos cercanos.
Los vehículos alcanzarán la atención sanitaria indispensable, como vacunas, medicinas, cuidado materno, infantil (anemia) y, en general, lo que se requiera en zonas que no tienen acceso cercano a esta atención.
En el Gobierno de Belaunde (1980-1985), existió el programa denominado CESPAC que otorgaba asistencia técnica en agricultura con este sistema de acercamiento, por lo que hay experiencia operativa para organizarlo.
Para la atención al sector educativo, se debe comprar- bajo el sistema Gobierno a Gobierno- un millón de “tablets” para que estas camionetas las puedan distribuir con la debida asistencia técnica en las zonas que visiten.
Por último, se debe volver a repartir canastas alimenticias e instalaciones de bidones de agua para conservar el abastecimiento en las zonas más necesitadas (pueblos jóvenes y comunidades). Estas compras, organización y distribución deben ser hechas por las Iglesias, por la Fuerza Armada y por el PRI.
En la Seguridad Pública
Aunque no tengo propuesta específica, salvo la usual de mejorar las comisarías, los puestos de vigilancia, el control visual, el número de patrulleros y el equipamiento policial con armas no letales (eléctricas), lo cierto es que es necesario plantear un plan integral. El problema es serio y con la falta de trabajo, lo actual, empeorará.
Es importante, por último, agregar que la “estabilidad” es firmeza, consistencia y solidez en el adecuado equilibrio de las variables económicas para una correcta formación de costos del sector productivo y un nivel adecuado de precios de consumo, pero en la existencia de la humanidad solo el oxígeno del aire y el resplandor del sol son provistos en forma ilimitada, por ello, en épocas de crisis, debemos trabajar en lograr “capacidades de valor social” que son indispensables para el bienestar y el progreso humano.