Fausto Salinas Lovón
Desde Cusco
Exclusivo para Lampadia
Parece que las autoridades cusqueñas no vieran televisión ni escucharan noticias. Solo así se explica que estén implementando medidas que a nivel nacional han sido tan malas y contraproducentes en esta Pandemia que hasta sus autores se han disculpado y sobre cuyos efectos adversos ha informado hasta la prensa afín al gobierno.
- El pico y sexo inventado por el señor Matuk, que prohibió la salida de las mujeres ciertos días y concentró la afluencia en los otros días de la semana originando más congestión y contagios, fue tan contraproducente que su autor ha pedido disculpas públicas.
- Las restricciones de los horarios de atención de bancos, mercados y supermercados que originaron concentración de personas y la ampliación de los horarios de toque de queda, hoy en día no son avaladas ni por el errático presidente Martín Vizcarra, sus ministros y asesores. Apenas hace dos días el jefe del gobierno, autor de estos desatinos, explicaba de que forma la ampliación de los horarios de bancos, mercados y supermercados “permitirá distribuir mejor la afluencia de público y evitar contagios”.
En este escenario nacional, en el Cusco, hasta la tercera semana de abril sus autoridades se jactaban de no contar con pacientes Covid -19 en UCI, de tener únicamente 4 fallecidos y menos de 200 contagios, de haber dado de alta a sus pacientes infectados en los hospitales y que esta parte del país estaría favorecida por la naturaleza cuyos rayos ultravioletas afectaban al virus y explicaban la bajísima tasa de mortalidad local. Esta cifra reducida se mantuvo hasta inicios de este mes en que los contagios apenas superaban los 220 casos.
En el mes de mayo, se ha visto un fuerte incremento de la cifra, particularmente por la llegada de los retornantes, de forma tal que la cifra total se acerca al medio millar, aunque los casos activos sean mucho menores. A causa de esto, desde la semana anterior, las autoridades como el Gobernador Regional y los alcaldes de la ciudad, junto a autoridades policiales, militares y sanitarias, han pedido implementar las mismas medidas que en Lima y otras partes del país causaron efectos indeseados.
De manera equivoca entonces, a partir de esta semana los mercados sólo atenderán tres días a la semana, piensan extender esta medida a los supermercados y han suprimido, restringido y limitado las líneas de transporte público, con lo cual generarán inevitable congestión, hacinamiento y más contagios. Como si no fueran suficientes tantos errores ya padecidos por otras ciudades como Lima, han pedido que se amplíe el horario de inmovilización nocturna desde las 6 pm, restringiendo aún más el tiempo que los ciudadanos tienen para sus actividades esenciales.
¿Que se puede pensar de todo esto?
- ¿Que las autoridades cusqueñas son inmunes a la data?
- ¿Qué las lecciones que dejan los ensayos, las pruebas y errores del gobierno nacional no se conocen en esta parte del país?
- O tal vez, ¿que las cifras que mostraba la región no se condicen con la realidad?
En su afán de planificar, decidir y dirigir, no han dudado en hacer lo que ya se comprobó que no sirve. Las consecuencias de este despropósito no se tienen que adivinar, vendrán de inmediato: más concentración de personas los días permitidos, colas, hacinamiento, contagios y más casos en esta Región que pese a todo estaba teniendo un mejor desempeño frente a la enfermedad que el resto del país.
No quiero abordar las consecuencias económicas de estas medidas, ya que no faltarán quienes desde su visión binaria de la realidad digan que la reflexión tiene un “obscuro interés crematístico” y que estas medidas “privilegian la vida antes que la economía”. Limitó por tanto el enfoque a la lógica y la experiencia en el ámbito sanitario: Estas medidas originarán más contagios, enfermos y muertes.
Sería más apropiado hacer lo contrario.
- Ampliar la circulación de unidades de transporte para permitir el traslado espaciado, distanciado y más económico de los ciudadanos.
- Ampliar los horarios de atención de bancos, supermercados, mercados, bodegas y demás para que los ciudadanos tengan más horas, más holgura, más espacio y más distancia para realizar sus transacciones y adquirir sus productos.
- Facilitar las ferias barriales, ventas por delivery y la desconcentración de los puntos de venta que evite las aglomeraciones y los desplazamientos.
- Controlar el uso de mascarillas en los mercados y adquirirlas si es necesario para quienes no están en posibilidad de comprarlas. Los mercados y su situación sanitaria son tarea de las municipalidades, la solución no puede ser cerrarlos o restringirlo.
- Repetir las pruebas a los trabajadores de mercados que arrojaban muy pocos contagios hasta hace apenas unas semanas y realizarlas periódicamente.
- Ampliar la circulación a vehículos particulares y taxis para evitar que la congestión en el transporte público cause más contagios
Tropezar con la misma piedra no es lo correcto. Lampadia