Roger Valencia
Desde Cusco
Para Lampadia
El 6 de junio, los peruanos iremos a las urnas para expresar nuestra decisión sobre el futuro de nuestro país.
Parafraseando a José Martí, “cuando el sufragio es ley, la revolución está en el sufragio”. En esta elección no debemos tener miedo al cambio; si hay una constante en la vida, esta es el cambio. Es más, debemos ser parte de él, debe quedar atrás el mirar desde el balcón lo que sucede en la plaza.
Estamos muy cerca de cumplir 200 años desde la independencia nacional y, si bien es cierto que falta mucho por hacer, también debemos mirar lo mucho que se ha avanzado, tanto en nuestro país como en el mundo hoy cada día más globalizado.
En medio de uno de los momentos más dramáticos de las últimas décadas, la humanidad cuenta con la ciencia para inducir a través de la vacunación la respuesta de nuestro sistema inmunológico, la misma que nos permitirá vencer los efectos de la pandemia.
Las pandemias no son nuevas para el hombre, lo que es nuevo es que tenemos hoy los instrumentos para hacerle frente.
Igual que este virus biológico, hay otros males en la sociedad, los cuales infectan a las personas que por distintos motivos -pobre educación, falta de infraestructura, exclusión, racismo, ideología, etc.- no se sienten parte del tejido social; males que los tientan a patear el tablero y los predisponen a entregar su libertad en búsqueda del cambio.
Hace 40 años, Guzmán lideró a un pequeño pero devastador virus social llamado Sendero. Luego de más de una década de insania, el virus fue vencido por las armas.
Este virus sufrió mutaciones y ha buscado por medios cuasilegales cumplir con los objetivos de hacerse del poder, destruir la democracia, eliminar las libertades individuales e imponer un sistema de control sobre el pensamiento de la población.
Afortunadamente, como en el caso del COVID-19, contamos con la ciencia para vencer los embates de este mal.
No en vano conocemos cómo esta ideología ha devastado los pueblos donde ha logrado tomar el poder. Corea del Norte, Cuba, Venezuela, Nicaragua son claros ejemplos de cómo se destruye un país a consecuencia de la infección por este virus ideológico.
Felizmente la gran mayoría de peruanos por experiencia propia y por la libertad de expresión nos hemos inmunizado frente a este virus.
Este 6 de junio, el Perú debe votar sin temor, afirmando nuestra defensa de la libertad, depositando a través del sufragio la confianza en nuestra nación y en su inmensa capacidad para seguir cambiando dentro de los cauces democráticos. Lampadia