En los dos días de paro en Cusco, me puse a preguntar a mis paisanos cusqueños si creían que este paro solucionaría los problemas por los que se convocó. Ninguno de los consultados, amas de casa, taxistas, vendedores, hoteleros, médicos, me contestó que sí. Es decir el colectivo sabe que el paro no soluciona problemas.
Entonces, ¿para qué sirve?
Para la mayoría: “Hay que protestar”, léase. Hay que ventilar nuestra frustración colectiva. ¿Hay motivos para sentir frustración? Sí, creo que los hay. Casi siempre por las oportunidades desperdiciadas, como en todo el país, pero aquí además hay otro componente.
El Cusco voto mayoritariamente por Ollanta Humala, el 70% de votos. Entonces, la izquierda cusqueña, que le hizo campaña y que tiene un lenguaje más radical que el de la hoja de ruta, necesita desmarcarse. Tal y como la novia dejada con vestido en la puerta de la iglesia, debe expresar su frustración para poder ser otra vez alternativa electoral.
Eso se desprende de las declaraciones de quienes llamaron al paro:
Wilfredo Álvarez Wayllapuma, dirigente de la federación de Trabajadores del Cusco (FDTC): [El paro se ha] “debido al desagradecimiento del presidente Humala con el Cusco que le tendió la mano y le hizo comer votos a manos llenas. Este [Humala] al llegar a ser presidente, mordióla mano del pueblo que le brindo su apoyo”.
Y de los dichos de los Alcaldes que se subieron al coche:
Luis Flores: “El paro es porque el jefe de estado y su entorno recortaron el presupuesto de las municipalidades, son 540 millones de soles en efectivo. Estamos exigiendo el cumplimiento de compromisos, caso contrario seremos más severos y drásticos en nuestro accionar”.
Julián Inkaroca: “Como nacionalista debo decir que nos ha estafado y por eso la lucha es contrala estafa y la traición”.
Juan Carlos Gómez: “Estamos cansados de que después de 3 años del gobierno nacionalista, el Cusco no tenga ningún proyecto de envergadura”.
Juan de Dios Ramos: “El paro obedece al mal pago que está dando Ollanta al pueblo del Cusco, no tenemos alternativa que salir al campo de batalla para enfrentar los atropellos constantes del gobierno centralista que está cometiendo muchos atentados”.
Estemos atentos. La campaña está cerca y los candidatos están calibrando sus actuaciones, algunos para salir airosos de mediocres administraciones ediles, culpando al centralismo de sus propias ineficiencias. Lo que olvidan es que con medidas como esta solo castigan a miles de viajeros que se quedaron sin poder hacer sus visitas, y el acusar a los proveedores de servicios de traición al Cusco, no los salva de esta responsabilidad.Cuz