A diferencia de la prédica de los anti sistema, que ya se están pareciendo a los que niegan la teoría de la evolución y el genocidio nazi, durante los últimos años se viene machacando que la productividad nunca creció. Evidentemente, este es el indicador madre, sobre la evolución de una economía y si se puede llegar a convencer a la gente que nunca tuvimos un buen resultado, sería más fácil negar las demás realizaciones de nuestro país, como las que reseñamos en nuestra publicación: Las Cifras de la Prosperidad.
Esta prédica que cuestiona el crecimiento de nuestra productividad hasta el 2010, incluye lasde Piero Ghezzi y José Gallardo (hoy ministros) en su libro “¿Qué se puede hacer con el Perú?” y más recientemente, la deCarlos Ganosa y Andrea Stiglich en: “El Perú está Calato”. La verdad es que hasta el 2010, el crecimiento de la Productividad Total de Factores (PTF) en el Perú, era de muy buen nivel y sobresaliente en el mundo, como lo hemos mostrado con anterioridad. Ver en Lampadia: Se pretende negar record histórico de productividad – Desinforma que algo queda.
Lamentablemente, como hemos señalado en Lampadia, el 2011 se produjo un punto de inflexión en el crecimiento de la inversión, la anemia infantil y el aumento de la PTF. (Ver: En el 2011 se dio el Punto de Inflexión de nuestro Desarrollo).
La situación en el Perú viene desmejorando en los últimos años, y ya nos estamos acostumbrado a que los índices muestren un retroceso. Este es el caso también del último índice de The Conference Board, en el que muestra que la Productividad Total de Factores (PTF) habría caído en 4.5% el 2014 y 7.8 % desde el 2011.
Según The Conference Board, la Productividad Total de Factores es el resultado de una combinación de mejoras en la eficiencia (menos insumos para una mayor producción), así como la tecnología y la innovación. Este índice tiene una alta correlación con el PBI ajustado por inflación. El bajo resultado que muestra el cuadro para el 2014, refleja el pobrísimo crecimiento de ese año, de tan solo 2.4%.
El Perú está creciendo menos. Las proyecciones del 2015 siguen bajando, al igual que la inversión pública y privada. Así jamás recuperaremos el desarrollo del que tanto nos enorgullecíamos y con el que ganamos el nombre de “la estrella de Latinoamérica”.
Si bien esta tendencia es un fenómeno que viene afectando a toda la región, la contracción en la economía peruana supera a la del resto de países miembros de la Alianza del Pacífico y es la segunda mayor caída en la región, detrás de Argentina (-10.9 %).
El crecimiento de la productividad en las economías emergentes alcanzó su pico el 2007, y desde entonces cambió la tendencia a la baja junto con el resto del mundo. Las economías emergentes están muy por detrás de países con más altos niveles de productividad y tecnología (la frontera de la productividad) y, por lo tanto, tienen mayores posibilidades de crecer más rápido aplicando nuevas tecnologías (como celulares en África que no necesitan cables y requieren menor inversión), procesos y estrategias ya desarrolladas y utilizadas por los países más avanzados.
La década de 1990 a 2000 fue un período de rápido crecimiento para China e India por una combinación de ‘ponerse al día’ con los países desarrollados y adoptar reformas internas.El aumento de la globalización, como la entrada de China en la Organización Mundial del Comercio, y la mayor inversión en comunicaciones y tecnología ayudaron muchísimo en este proceso.
Para que el Perú mejore en su productividad, es necesario que el sector privado alcance una mayor eficiencia e invierta en innovación y tecnología. Para impulsar la producción potencial se requerirán importantes reformas estructurales y así mejorar la productividad, la inversión, el capital humano y el empleo formal. Ver en Lampadia: Destrabemos la construcción de nuestro futuro.
La opción estratégica del Perú debe ser apostar por el crecimiento y la tecnología. Tenemos que asumir el cambio con la mayor ambición posible en cuanto a velocidad y profundidad, sin miedo a enfrentar las limitaciones políticas y sin caer en una falsa dicotomía con la explotación de recursos naturales, llamados a financiar nuestro ‘salto adelante’ en educación, salud y tecnología. Ver en Lampadia: Revolución Tecnológica en el Perú y El futuro ya llegó y el Perú debe alcanzarlo.
Existen muchas cosas por hacer en la agenda pendiente. Erradicar la pobreza es uno de los impactos más importantes del crecimiento sostenido. Esto no es posible con un déficit de infraestructuras tan grande como el que tenemos (US$ 88,000 millones según AFIN).
Para enfrentar este tremendo reto se tienen que generar recursos financieros suficientes para invertir en infraestructurasy evitar las trabas paralizantes. Esto es clave, ya que no hay desarrollo sin crecimiento económico, y no existe crecimiento, desarrollo y reducción de pobreza sostenidos, con problemas y déficits de infraestructuras como los que tiene el Perú.
Lo mismo reza para educación e instituciones. Por ejemplo, hagamos lo mismo que otros países, y utilicemos estrategias ya desarrolladas y exitosas. Un ejemplo claro es la mejora de lasinstituciones y de la educación en Polonia, debido a la humildad de los polacos en aceptar que no era necesario reinventar la pólvora sino que simplemente tenían que seguir el buen ejemplo de sus vecinos europeos. Ver en Lampadia: Polonia la nueva estrella europea
Este objetivo se logra manteniendo un crecimiento alto y sostenido, para lo que hay que retomar la inversión privada en general y la de minería en particular (el mayor y mejor motor del crecimiento peruano, así algunos pretendan negarlo y apagarlo). También se tiene que trabajar para que el Perú no pierda, o recupere, la confianza de los inversionistas y empresarios extranjeros.
Tenemos que retomar la confianza de nuestro país, cuidar la democracia y,cuanto antes, trepar las cuestas que tenemos por delante. Lampadia