Queremos saludar los 50 años del Instituto de Estudios Peruanos y en especial felicitarlos por reconocer que los cambios estructurales en el modelo económico amparados por la Constitución de 1993 han convertido al Perú en un país de ingresos medios. Tal reconocimiento es todo un logro. Esperaremos los estudios que prometen efectuar sobre “los fundamentos sociales y económicos de la denominada ‘clase media’” para comprobar si hay un cambio en su línea de pensamiento y análisis. Felicitaciones, nuevamente por el medio siglo de labor. Lampadia
Hace cincuenta años un grupo de intelectuales peruanos y extranjeros preocupados por el quehacer nacional se unieron para investigar y conocer a fondo la realidad peruana. Así, el 7 de febrero de 1964 nació el Instituto de Estudios Peruanos (IEP), un ‘think tank’ que aporta conocimiento y análisis para el desarrollo económico, político y social del Perú.
Figuras de gran talla intelectual como Augusto y Sebastián Salazar Bondy, Rosalía Ávalos Alva, José María Arguedas, Luis E. Valcárcel, María Rostworowski, Alberto Escobar, John Murra, Aníbal Quijano y José Matos Mar fundaron lo que es hoy el centro de investigación en ciencias sociales más antiguo del país.
El IEP empezó a funcionar como un espacio plural, independiente y de sólidas raíces para el estudio y la reflexión de la realidad social latinoamericana, y hoy continúa siéndolo. Comenzó realizando diagnósticos sobre los problemas del país y publicando sus investigaciones como un aporte de los intelectuales para lograr una sociedad más democrática, más inclusiva y con menos pobres.
Esta asociación civil privada, cuyos objetivos son contribuir al desarrollo económico con equidad, fortalecer las instituciones democráticas y reconocer e incluir la riqueza que encierra la diversidad cultural y ecológica del Perú, se ha mantenido como una institución al margen de toda actividad religiosa, partidaria y lucrativa.
Actualmente, por ejemplo, desarrollamos proyectos de inclusión financiera y de mejora del nivel de comprensión lectora. Asimismo, tenemos una Escuela de Arqueología y realizamos estudios sobre memoria y violencia, y muchos otros temas. Con análisis y recomendaciones en todas estas iniciativas, el IEP contribuye al debate para la mejora de las políticas públicas.
Pero su aporte no termina ahí. El IEP desarrolla una pródiga labor editorial que ha llevado a que los libros con su sello se cuenten entre los textos fundamentales de las ciencias sociales en el país. Recientemente, por ejemplo, y en convenio con el Banco Central de Reserva del Perú, editamos una serie de libros sobre historia económica.
Con toda esta experiencia ganada, varios investigadores del instituto han asumido funciones públicas al más alto nivel. Destaco, en particular, a nuestras ex directoras Cecilia Blondet y Carolina Trivelli, quienes con su liderazgo se han convertido en referentes no solo para la formación de científicos sociales vinculados al quehacer político, sino también para la formación de nuevos funcionarios estatales orientados a fortalecer las instituciones democráticas y potenciar las capacidades regionales y locales.
Hoy, al conmemorar cincuenta años de incansable labor de investigación, el IEP se ha renovado y fortalecido. Y ello es precisamente para estudiar los grandes cambios políticos, sociales y económicos que han transformado al país, que ya no es el Perú de la década de 1960. En esa línea, nuestro nuevo programa de investigaciones Estado y Sociedad en el Perú de Ingreso Medio busca comprender los fundamentos sociales y económicos de la denominada “clase media” y cuál es el rol del Estado en este inédito contexto. Iremos difundiendo los resultados de estos estudios en el transcurso de los próximos dos años.
Así, con el respaldo de su historia y la energía de quienes lo formamos ahora, el IEP renueva hoy su compromiso para seguir pensando el Perú y así enfrentar los desafíos que sin duda traerán los próximos cincuenta años.
Publicado en El Comercio, 7 de febrero de 2014.