Entrevista a Domingo García Belaunde, Constitucionalista
Por: Scarlet Reyes Verástegui
Expreso, 20 de setiembre de 2018
Por: Scarlet Reyes Verástegui
Expreso, 20 de setiembre de 2018
Es el constitucionalista con más autoridad en el país. Domingo García Belaunde es tajante: el presidente Martín Vizcarra ha errado al plantear una cuestión de confianza porque él carece de competencia para pedir una reforma a la Constitución. Y también expresa su sorpresa por la actitud mostrada por los legisladores fujimoristas.
–¿Es constitucional la cuestión de confianza planteada por el Presidente?
No, porque la cuestión de confianza –que es independiente al voto de confianza y voto de censura– está pensada para políticas generales y para aprobar leyes y proyectos de leyes. En este caso, lo que quiere el Presidente es cambiar la Constitución, que no tiene nada que ver. Para eso debe recurrir a la iniciativa que él tiene de dirigirse al Congreso para que cambie la Constitución, que está en el artículo 106. Entonces, la cuestión de confianza nunca debió plantearla, número uno. Número dos, está mal planteada. Y, número tres, aun cuando estuviese bien planteada, no conlleva a la disolución del Congreso.
–¿Y qué es lo que conllevaría a su eventual cierre?
La disolución del Congreso está pensada solamente en el caso de que este poder del Estado niegue la confianza a dos nuevos Consejos de Ministros, que no es el caso. Aquí lo que hay es un arroz con mango en el cual cada uno, leyendo la Constitución, saca sus propias conclusiones sin darse cuenta que la Constitución hay que interpretarla viendo los debates que la originaron y viendo a qué responden esas instituciones que no son creadas por nosotros, sino que son tomadas de los regímenes europeos. O sea, aquí el Perú es original en música, en textiles, en cerámica, en carreteras, hasta en ciertas cosas de medicina y comida, por supuesto, pero en materia constitucional no hemos inventado nada.
–Entonces…
Como todos son productos que vienen de afuera, básicamente de los regímenes europeos y Estados Unidos, tenemos que interpretarlos de acuerdo a lo que dice la institución. Entonces, esa cuestión de confianza no solo está pésimamente mal planteada, enviando artículos y proyectos mal hechos, sino buscando algo que no existe, que es la disolución [del Congreso]. La disolución del Congreso no existe para la cuestión de confianza, sino para la negatoria de confianza en nuevo gabinete y en número de dos.
–¿Pero no hay una continuidad de gobierno? Además, el año pasado se negó la confianza al gabinete Zavala.
Evidentemente, es un solo gobierno el que existe, pero puede haber 25 cuestiones de confianza y eso no cuenta para la disolución del Congreso. No niego que antes haya habido una cuestión de confianza, dicho sea de paso: muy mal planteada, en medio de un voto de censura. Han mezclado papas con camotes. Esta es la segunda mal planteada, pero aun así no computa para la disolución.
–Se habla que cada poder es autónomo y está fuera de las funciones del Presidente ponerle plazos a las reformas.
Eso pasó a la historia, lo que existe ahora es colaboración de poderes y hay muchas cosas que nacen de conjunto. El otro asunto es que el Presidente de la República carece de competencia para pedir una reforma constitucional. Puede pedirla, no exigirla, y no es nadie para poner fechas, no tiene poder para poner fechas, nadie se lo ha dado, simplemente se ha lanzado a la piscina y aparentemente los congresistas le han hecho caso, pero eso ya es problema de los congresistas.