Charo Camprubi
Desde España
Para Lampadia
La capital de España está en plena ebullición. Todo empezó cuando Ciudadanos, que gobernaba en Murcia junto con el Partido Popular y Vox, decidió dejar caer al gobierno y presentar, junto con los socialistas, una moción de censura cuyo efecto inmediato hubiera sido el cambio de la mayoría gubernamental.
La idea de Ciudadanos era que lo de Murcia se limitara a Murcia, es decir, que las otras Comunidades Autónomas en las que gobierna con el Partido Popular y Vox (Madrid, Andalucía y Castilla la Mancha) se mantuvieran tal cual. Sin embargo, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Díaz Ayuso, se precipitó a convocar elecciones en Madrid convirtiendo el pequeño temblor de Murcia en un terremoto en Madrid.
Díaz Ayuso ha aprovechado la crisis de Murcia para romper con Ciudadanos en Madrid, aunque Murcia solo tiene un millón y medio de habitantes y Madrid es la Comunidad Autónoma donde se concentra más dinero y más poder de toda España. Es decir, que a una pequeña infidelidad ha respondido con una demanda de divorcio.
Díaz Ayuso andaba en busca de elecciones anticipadas y encontró que esta era la excusa perfecta para convocarlas. Sabe que es muy popular en Madrid y piensa que podrá borrar del mapa a Ciudadanos y gobernar solo con Vox. Su decisión cogió por sorpresa a todo el mundo y la izquierda corrió a depositar una moción de censura contra su gobierno. Los tribunales acaban de decidir que lo que prima es la disolución de la Asamblea de Madrid y, por lo tanto, se convocarán elecciones autonómicas el 4 de mayo.
Lo que estamos presenciando a nivel local puede ser un primer movimiento de ajedrez a nivel nacional. El Partido Popular quiere volver al poder lo antes posible, el problema es cómo conseguirlo. Aznar recomienda la reunificación de las tres derechas. Recuerda que eso fue lo que él hizo para llegar al poder. La diferencia es que, en aquel entonces, la derecha estaba dividida en pequeños partidos, fáciles de aglutinar, mientras que hoy en día estamos ante partidos más potentes y difíciles de absorber.
Casado intentó hacer listas conjuntas con Ciudadanos en lo que denominó: “España Suma”, con escaso éxito. También les pidió, a Ciudadanos y a Vox, que no presentaran candidatos en las circunscripciones en las que no podían ganar para concentrar el voto de la derecha en el Partido Popular, y fracasó. Ya no le quedaba sino luchar cuerpo a cuerpo para recuperar a los votantes que se fueron a Ciudadanos y a Vox. Pero mientras que Vox está mostrando tener un fuerte anclaje y no cesa de subir, Ciudadanos da signos de debilidad y no deja de bajar. No es pues de extrañar que el Partido Popular piense que le es más fácil recuperar al volátil votante de Ciudadanos que al sólido votante de Vox.
Y eso es lo que está detrás del arriesgado movimiento de Díaz Ayuso: convocar elecciones con la intención de absorber a Ciudadanos y gobernar solo con Vox en la Comunidad de Madrid. Podría conseguirlo, aunque si entre ambos no suman la mayoría absoluta, no podrá gobernar, en cuyo caso se habrá hecho jaque mate a sí misma y un mal servicio al PP. El Partido Popular está dividido entre los que consideran que ha hecho una jugada maestra y los que la tachan de “auténtica irresponsabilidad”.
En todo caso, su jugada tiene dos efectos perniciosos a nivel nacional. El primero es el de echar por tierra las buenas intenciones de Casado de orientar al Partido Popular más hacia el centro, como se lo pedían muchos barones regionales. Gana Aznar que ve en Vox el aliado imprescindible del que no hay que separarse. El segundo, es que se ha roto el bloque de la derecha. Casado siempre ha intentado dividir el bloque de la izquierda (PSOE, Unidas Podemos y Más Madrid), sin éxito, y ahora es su bloque el que se divide gracias a la iniciativa de Díaz Ayuso, avalada por él. Dado que en el pluripartidismo actual nadie puede llegar al poder por sus propias fuerzas, una ruptura de bloque es algo gravísimo. Veremos si el PP consigue recuperar el poder a nivel nacional apoyándose solo en Vox. Lampadia