Juan Carlos Tafur, Director de Exitosa
Exitosa, 13 de Mayo de 2017
El propio gobierno no puede escamotear su responsabilidad en el desenlace que le toca a dos ministros a punto de ser interpelados –Basombrío y Vizcarra- y hace mal atribuyendo el mismo a la buena o mala voluntad, al presunto ánimo de venganza o al simple afán de obstaculizar de la poderosa bancada fujimorista.
Lo de Vizcarra bien merecido se lo tiene. Recordemos, además, que su interpelación fue interrumpida por los desastres naturales, pero las razones son más que fundadas. Lo de Chinchero es un horror. Todo se ha hecho mal allí y él es el responsable del sector y, por ende, el rostro político del desaguisado. Bien interpelado está.
Lo de Basombrío parece tener menor sentido, en la medida que el eventual descuido o falta de prolijidad mostrada durante la bendita marcha del Movadef, no parece causal suficiente para tan enrarecidos ánimos fujimoristas.
Pero es bueno tener presente que el tema de la inseguridad parece fuera de control y las demandas ciudadanas al respecto exigen resultados prontos. No se puede administrar la lucha contra la delincuencia como si se tratase de una reforma del Estado. Los tiempos apremian y en política ello pesa e incide.
Demostraría severa ingenuidad que el gobierno haya podido creer que la oposición fujimorista iba a ser colaboracionista en grado extremo, peor aún si no ha habido jamás un intento de conciliar agendas. El gabinete está cosechando sus propias acciones de indolencia.
No aprecio una estrategia de vacancia en curso. No la veo en trance. Lo que sí se nota más bien es un gobierno tontón que no ha sido lo suficientemente inteligente para diseñar políticas de prevención del choque político con la oposición. No es aceptable que el gobierno se victimice cuando es responsable de su propia suerte.