Marcos Ibazeta Marino
Expreso, 31 de agosto de 2017
Para nadie es un secreto que en el país se conoce como “caviar” a los señoritos que, predicando mensajes impregnados de marxismo leninismo en pro de una lucha revolucionaria por el pueblo y para el pueblo, en la realidad solo utilizan esa prédica incendiaria para ganar mucho dinero y vivir como ricos.
Desde la década de los ochenta, se han venido organizando en cofradías, distribuyéndose el estudio de los diferentes problemas de la realidad nacional, potenciando el nivel intelectual de sus miembros para, finalmente, desatar un proceso integral de infiltración en el aparato estatal para tener el control político de este, pero manejando hábilmente las redes sociales con marcado dominio de las líneas informativas de los más poderosos medios de comunicación masiva a través de diarios, revistas, radio y televisión, para poder manipular a su antojo a la opinión pública generando corrientes de aspiración ético-morales en una presunta lucha contra la corrupción, la delincuencia, la inseguridad, el desorden y la anarquía, autocalificándose como la “reserva moral del país”.
Aprovecharon al máximo la podredumbre moral acumulada por casi toda la clase política desde los albores de la República, cuyo mal ejemplo ya se hizo carne en la conciencia colectiva nacional, por cuya razón González Prada en los inicios de 1900 denunciaba que, en el Perú, en donde se ponía el dedo, saltaba la pus.
En el presente, el escándalo de corrupción en el primer gobierno fujimorista, la secuela terrorista, la desinstitucionalización del país, entre otros, les sirvió para tirar la piedra y esconder la mano consolidándose como el poder detrás del trono.
Su organización como ONG vinculadas quehacer político y social, les permitió un fácil camuflaje como defensores de los derechos humanos y presuntos forjadores de las virtudes necesarias para la reconstrucción moral del país.
Pero el tiempo trae sus verdades y ahora se sabe que está en proceso la construcción de un nuevo orden mundial en el cual estas ONG son sus brazos operativos, razón por la cual les sobra dinero que viene del exterior y actúan con mucho poder que proviene de las hegemonías que quieren controlar el planeta, con políticas de población, eliminación de fuerzas armadas locales, ideologías de género para homosexualizar a nuestros niños y el sometimiento de los países débiles a un orden jurídico supranacional, entre otros. El balance nos dice que han logrado el control de poder con gobiernos títeres que fracasaron en todo… Continuará…