Jaime Spak
Para Lampadia
Luego de las elecciones del domingo podemos colegir que el Perú está partido en dos.
Ni la gran mayoría de votantes de Catillo son marxistas leninistas ni la gran mayoría de votantes de Keiko son de derecha.
Quien gane las elecciones lo hará por un porcentaje mínimo y eso debe de llevar a la primera gran conclusión.
Si no hay un acercamiento entre las dos partes, el Perú se volverá ingobernable, como sucedió en el 2016, cuando PPK ganó las elecciones por 41,000 votos. Tal como comenté en un anterior artículo, si en ese entonces Fuerza Popular hubiera tenido un acercamiento a PPK y hubiera generado una agenda de crecimiento, estamos seguros que no hubiéramos llegado a esta situación. Será este el motivo por el cual no pudo remontar su anti voto, la candidata de Fuerza Popular.
Lo ideal sería si gana Perú Libre, que nombre por ejemplo ministro de economía a Luis Carranza, y si gana Fuerza Popular igualmente utilice a alguna persona valiosa de Peru Libre.
Los peruanos debemos de entender que, si no hay un acuerdo, el Peru no tiene futuro.
El día de ayer vi con gran entusiasmo la entrevista que le hicieron al secretario general del Acuerdo Nacional y concuerdo con lo dicho por él, que debe de haber un marco de entendimiento y creo que no hay lugar más democrático que el Acuerdo Nacional.
¿Seriamos muy ingenuos, si pensamos que un acuerdo entre todas las fuerzas vivas de la población puede ser factible?
Podríamos tener un mayor protagonismo, si los partidos políticos, organizaciones sociales, sindicatos, gobierno y los colegios profesionales, desarrollan un plan de mediano y largo plazo para lograr desarrollar el país.
¿Qué impide que los peruanos nos pongamos de acuerdo en un programa de desarrollo? Será que el caudillismo impide hacerlo y está enquistado tan profundamente, que los líderes no dan opción a nadie que le haga sombra.
Donde han quedado los grandes maestros de la política, cuál es la razón por la cual políticos de la talla de Haya, Prialé, Belaunde, Bedoya, Barrantes no han vuelto a aparecer.
Porque tenemos que esperar que los políticos resuelvan los grandes problemas del país, acaso no tenemos personalidades en las diferentes esferas que pueden unirse para trabajar en un plan a mediano plazo para lograr un crecimiento sostenido.
La misión de los presidentes y congresos elegidos debe ser, en el primer caso, administrar de una manera ordenada el país y en el segundo caso de debatir las leyes que deberían de sacarnos del subdesarrollo y que tendrían como primer tamiz el acuerdo nacional.
¿Es iluso esto?
No creo, pero para ello se requiere que las personas que estén representadas en el acuerdo nacional, tengan una agenda única, marcar el camino para lograr el bienestar de las grandes mayorías y evitar que la demagogia, la deshonestidad y las ideas delirantes nos cambien el rumbo hacia la modernidad y la mejora en las condiciones de vida de los peruanos.
Con un acuerdo nacional que funcione de manera permanente tendríamos un país entero, para que no acabemos con el corazón partido como estamos en estos momentos. Lampadia