Elmer Cuba, Economista de Macroconsult
Gestión, 14 de setiembre de 2016
El nuevo Gobierno se ha propuesto una meta de crecimiento del PBI de 5% durante el quinquenio.
Las proyecciones del MEF para el 2016 y el 2017 son de 4% y 4.8%, respectivamente. Ello contrasta con las expectativas de los analistas económicos encuestados por el BCRP. A fines de agosto, estos esperaban cifras de 3.8% y 4.2%, para este y el próximo año. Al respecto, pensamos que las cifras estarán más cercanas a un 4.5% y 3.9%, respectivamente. Ello porque de acá a fi n de año se notarán los efectos estadísticos de la mayor producción minera y la segunda campaña de pesca, lo que contrastará inversamente con los guarismos del 2017.
Al margen de lo que ocurra fi nalmente con las cifras del PBI en el 2016 y el 2017, para sostener tasas cercanas al 5% durante el resto del quinquenio,las autoridades económicas buscan aumentar la inversión privada y pública, así como avanzar en la formalización de la economía. De este modo, se alcanzaría una mayor acumulación de capital y aumentos en la productividad.
Dadas las mejoras en la confi anza y en las expectativas empresariales, es muy probable que la inversión privada comience a mostrar cifras positivas durante el próximo año. Si a esto se le añaden éxitos en destrabar inversiones públicas grandes y las relacionadas a las asociaciones público-privadas, es factible alcanzar esta meta intermedia de mayor acumulación de capital. El impulso a inversiones en los gobiernos subnacionales también ayudará a tener mejores números de inversión pública.
Sin embargo, avanzar en la formalización de la economía será más difícil. Al menos, con las políticas anunciadas hasta ahora. Y, además, que esto signifi que per se un aumento en la productividad entra en serios cuestionamientos sobre la causalidad de estos fenómenos.
Por otro lado, la adecuada consolidación fiscal planteada por el MEF implica leves impulsos fiscales contractivos que jugarán su papel en la reactivación de la demanda agregada. Asimismo, las reducciones de los principales impuestos del país en un contexto de creciente défi cit fi scal (3.4% del PBI agosto, 12 meses) no parecen ser una buena idea, ni “formalizadora” ni reactivadora.
En otras palabras, la dinamización de la inversión privada sería el único factor que puede determinar el éxito en la reactivación económica. Es posible que –en esa línea– el consumo privado también se vaya acelerando aunque más lentamente. Las restricciones fiscales autoimpuestas no dejan mucho más espacio. La anunciada amnistía tributaria y la declaración de rentas extranjeras tendrán un efecto transitorio en el défi cit fi scal del 2017. Pero si se insiste en la reforma tributaria de reducción de tasas y bases imponibles, el défi cit puede mostrar una cara poco amable en el 2018.
El Gobierno de Humala tuvo una frase que resumía bien sus intenciones de política económica: “incluir para crecer”. A juzgar por el discurso de las principales autoridades políticas y económicas, el objetivo de este lustro se podría resumir con la frase: “formalizar para crecer”.