Fernando Cillóniz B.
Gobernador Regional de Ica
Ica, 2 de noviembre de 2016
Para Lampadia
En la famosa comedia de Leandro Fernández de Moratín – El sí de las niñas – doña Irene encarna a la típica madre casamentera, que más que la felicidad de su hija de 16 años, prefiere su casamiento con un viejo adinerado; obviamente, más por amor a los chicharrones, que por amor al chancho. Según el renombrado crítico literario Joaquín Casalduero, doña Irene es quien de manera más visible encarna los defectos que Moratín se propuso criticar; una mujer ignorante, habladora, exagerada, egoísta y ello la lleva a concertar el matrimonio de su hija sin pensar en ningún momento en la felicidad de ésta.
¿Qué tiene que ver todo esto con el SIS (Sistema Integrado de Salud) tan comentado y criticado últimamente? Pues bien, es verdad que en el escándalo de los audios del ex asesor presidencial Carlos Moreno, no está de por medio ningún casamiento por conveniencia ni cosa por el estilo, sin embargo sí han aparecido por aquí y por allá muchas “doñas Irene” que al igual que la vieja de la comedia, no están pensando para nada en el bienestar de la gente desamparada de nuestro país, que gracias al SIS vienen accediendo a un servicio de salud, que de otra forma no recibirían jamás.
Cuántas doñas Irene nada santas están apareciendo últimamente en los medios periodísticos, que se rasgan las vestiduras en aras de la ética y la moral, que ignoran que el SIS cuenta con una afiliación de 17 millones de peruanos, 40% de los cuales – pobres la inmensa mayoría – están cubiertas por el SIS de manera gratuita. Cuánta exageración manifiestan estas doñas Irene que esconden detrás de sus denuncias los más oscuros interesas particulares. Cuánto egoísmo estamos viendo, detrás de este acoso sistemático y premeditado contra la salud pública nacional
En Ica estamos muy preocupados por lo que viene sucediendo en torno al mundo de la salud pública, pues ésta, tal como ha sido verificado recientemente por la propia Contraloría General de la República, viene mejorando poco a poco, gracias – en buena cuenta – al SIS. Claro que hay casos de corrupción, pero no por ello debemos descalificar a todo el mundo. En Ica tenemos una muy buena infraestructura de salud pública, y gracias al SIS tenemos también muy buenos servicios privados de farmacia, hemodiálisis y detección de cáncer. Y la gente pobre valora mucho todo esto.
A este respecto me duele escuchar tantas críticas a los ministros de salud de gobiernos anteriores. Nuevamente, cuántas doñas Irene, se han dedicado a despotricar de personas honorables y eficientes como los ex ministros Aníbal Velásquez, Midori de Habich y Oscar Ugarte; por solo citar a los más recientes. A ellos – precisamente – se debe la mejora de la salud pública en Ica.
Identifiquemos y sancionemos drásticamente a los corruptos. Corrijamos los defectos que aún tenemos en nuestros hospitales y redes de salud, y que no son pocos. Pero no echemos a perder todo lo avanzado en los últimos años; donde el SIS ha jugado un rol esencial.
Parafraseando al gran Moratín; el SIS de las niñas pobres del Perú debe continuar, pero sin las doñas Irene ignorantes, habladoras, exageradas, egoístas y convenidas que han aparecido últimamente.