Hay dos grupos de personajes bien definidos entre los principales culpables de que la reciente expansión económica peruana no haya generado el mismo ritmo de empleo formal. El primer grupo lo protagoniza el exministro de Trabajo fujimorista Jorge González Izquierdo, quien encareció el despido al elevar a un mes y medio la indemnización laboral (y ahora hay que aguantarlo como un ‘gurú’ económico al que mis flojos colegas acuden por descarte). El segundo grupo le encabeza ‘Lechuzón (Alva Orlandini) y su combo’, o sea, ese TC que también integraban Delia Revoredo, Guillermo Rey, Magdiel Gonzalez, Juan Bardelli y Víctor García Toma que eliminó en setiembre del 2002 la indemnización como único resarcimiento al despido arbitrario (que viene de arbitrio o voluntad del empleador, no de abuso) y volvió a introducir la reposición en el puesto. El daño que estos siete ciudadanos le hicieron al país en materia laboral con esas estúpidas medidas es descomunal, así que, peruano, acuérdate siempre de sus nombres y que no vengan después a pintártelos como unos genios preclaros de la Patria (lo que, sobre todo, suele suceder en nuestro país cuando parten al más allá).
Y tampoco olvidar al catedrático marxista Jorge Rendón Vasquez, quien, como asesor del ministro velasquista Gral. FAP Pedro Salas Orozco, introdujo la estabilidad laboral absoluta a los tres meses. Aquí (http://tallerdelaboral.blogspot.com/2013/10/foto-historica-convenio-simon-rodriguez.html) los pueden ver juntitos. Son ocho estos fantásticos peruanos que distorsionaron nuestro empleo formal. ¡Sabihondos abogados que nunca pagaron una quincena ni administraron un chifa!