El año pasado la economía peruana sufrió los efectos del llamado “tapering” (devaluación y salida de capitales) y la desaceleración china (menor precio del cobre). Ambos efectos se manifestaron en un menor dinamismo de la inversión privada. A ello se sumó el mal desempeño de las exportaciones reales que crecieron apenas 1%.
Durante este verano se han sumado choques de oferta que afectan su desempeño de corto plazo. Sectores como el agropecuario y la minería presentan crecimientos marginales en marzo, y es altamente probable que esto continúe así por unos meses más. El primero por la sequía registrada en la costa en los primeros meses del año y la caída de la producción de café. En marzo, el débil desempeño de la minería (-1.7%) se explica por la baja en la producción de zinc (-18.5%) y oro (-14.7%).
¿Qué esperamos para abril?
Se espera que el débil desempeño de los sectores agropecuario y minero continúe en los próximos meses, sumándose el sector pesca, por el calentamiento de las aguas. En la actual temporada de pesca (al 15 de mayo) se ha capturado un promedio diario 60% menor al observado en la misma temporada del año pasado.
Así, esperamos que en abril la tasa de crecimiento del PBI se ubique en 3.6%, aunque ajustada por días laborables (dos días menos por efecto de Semana Santa), dicha tasa de crecimiento se ubicaría en 5.2%, recuperándose del 3.1% registrado en marzo, también ajustado por días laborables.
¿Y en el segundo trimestre?
Si nos remitimos únicamente a la cifra de crecimiento delPBI publicada por el INEI, tenemos que el peor trimestre de este año sería el actual (el segundo), con un crecimiento esperado de 4.1%, mientras que en el primero la tasa fue de 4.8%. Sin embargo, ello no limpia el efecto de los mayores/menores días trabajados. Ajustando solo por calendario (días laborables), estaríamos en una meseta de 4.5% en el primer semestre.
En los países desarrollados el crecimiento trimestral se hace con referencia al trimestre previo (con la serie previamente desestacionalizada) y se presenta el dato anualizado. Así, se tiene una mejor idea de la velocidad actual del ciclo económico.
Haciendo similar cálculo, el ritmo al que crece la economía se aceleraría en el segundo trimestre, pasando de 3.2% en el primer trimestre a 5.4% en el segundo.
En definitiva, la economía peruana viene recibiendo choques de diversa índole que han terminado por afectar su crecimiento en los últimos trimestres.
Por ahora, las reacciones de política macroeconómica han sido las correctas.
La primera parte del año será relativamente débil para los estándares de nuestra economía en la última década. Sin embargo, esperamos un mejor desempeño para la segunda parte del año. Aunque eso dependerá de las siguientes fases del “tapering”, de China y El Niño. Y, obviamente, de las reacciones de las autoridades económicas.