Lampadia - Antorcha informativa

La ola progre empieza a encontrar resistencia. La resistencia más poderosa de todas, la resistencia de los jóvenes. Así lo vimos en Argentina, donde los jóvenes apoyaron el discurso renovador y revolucionario de Javier Millet, que no solo está transformando su país, sino que además está sembrando las ideas de la prosperidad que los hispanoamericanos hemos desconocido por décadas. Vienen otros tiempos desde el Sur. También lo vimos en Chile, donde se rechazó el proyecto constitucional hiper progre de las desubicadas izquierdas retrógradas que se habían encaramado en los púlpitos de las revueltas de octubre 2019.

El politólogo Lincoln Onofre explica que el gobernador de Ayacucho Wilfredo Oscorima ha podido ser reelegido con alta votación pese a condenas por corrupción porque el elector ayacuchano critica la corrupción cuando está en el Ejecutivo o el Congreso, pero no cuando esta se da a nivel local o regional, en la medida en que se beneficia de ella. La cantidad de dinero volcada para obras a los gobiernos locales y regionales en las últimas dos décadas, que los han convertido en botines presupuestales, ha transmutado la escala de estas relaciones familiares o amicales para convertirlas en puro patrimonialismo preñado de corrupción.

Todo el mundo sabe que el Estado es un pésimo comprador… y peor contratante. Los procesos de compras y contrataciones estatales están plagados de vicios, sobrevaluaciones, sobornos… y todo lo demás. Aparte de estar mal estructurado, el sistema es ineficiente, obsoleto, engorroso, y promueve la corrupción. Seamos sinceros. El Estado Peruano – Poder Ejecutivo, Poder Legislativo y Poder Judicial – NO está interesado en combatir la corrupción. Peor aún, el Estado Peruano – nuestro Estado – es parte de la corrupción. Mientras no se integren y digitalicen los procesos de compras y contrataciones del Estado, la corrupción seguirá suelta en plaza.

Una de mis ideas para mejorar la calidad de nuestros gobernantes en la próxima elección, es que el voto sea voluntario. En caso que se persista en el voto obligatorio voy a compartir con ustedes algunas apreciaciones de personajes que dieron su opinión sobre la necesidad de pensar antes de votar. Espero que nos sirva para reflexionar. Nos debemos comprometer a pensar seriamente por quienes vamos a votar. Nuestra tarea es pensar seriamente en el voto, pues no podemos seguir retrocediendo.

“Cuando se trata de “crear el futuro” y “promover ideas locas”, nadie, literalmente nadie, puede compararse con Elon Musk. Mientras tantos multimillonarios se quedan con su dinero y lo utilizan para ganar más dinero, Elon sigue apostando todo en su Massive Transformative Purpose y Moonshots” (Propósito transformador masivo). Peter Diamandis, 2014. “No hay nada más importante que tener una visión. Antecede al desempeño exitoso, es la fuerza que nos jala, la palanca más potente de la civilización”. Joel Barker, especialista en la formulación de visiones, Arequipa CADE 1996

En Lampadia queremos promover una movilización general para que los ciudadanos, las organizaciones y empresas que creemos que la economía de mercado y la democracia liberal son los únicos arreglos institucionales que pueden favorecer el desarrollo integral del Perú, tengan una presencia asertiva en los medios de comunicación y en las redes sociales.Destacaremos la enorme voluntad de progreso del pueblo peruano, que requiere libertad económica para crecer, y la necesidad de construir un Estado meritocrático que brinde servicios públicos eficientes.La campaña no tendrá un enfoque político. Será de carácter desarrollista y propositivo, que invite a nuestros jóvenes a arraigarse física y mentalmente en el Perú.

Siempre me llama la atención el análisis axiomático de las supuestas inclinaciones políticas del peruano. Ya sea que las encuestas recojan preferencias ideológicas o electorales, o que los analistas y opinólogos califiquen la orientación política de nuestros ciudadanos, me parece que en general, estas exploraciones adolecen de una desconexión con la naturaleza sociológica de los peruanos, que son, a mi parecer, esencialmente apolíticos y desideologizados, fundamentalmente trabajadores y emprendedores, muy enfocados en su progreso y en el de sus familias. La inclinación individualista de los peruanos se puede ver a lo largo de la historia y a lo largo y ancho del país.