Educación, Cocina y Orden Espontáneo
“El buen orden resulta espontáneamente cuando se dejan las cosas a sí mismas” Chuan-Tse, (369 – 286 AC)
La idea de que la educación es tarea del Estado, frecuentemente es aceptada por la gran mayoría de personas como una verdad absoluta. Como un dogma de fe. Por el contrario, la idea de que el conocimiento por sí mismo puede masificarse, es frecuentemente rechazada. Sin embargo, desde los inicios de la humanidad, las evidencias confirman aquello que la mente común rechaza. Es decir, que la generación espontánea por sí misma puede abrirse paso al logro de grandes propósitos.
Un logro importante para la sociedad, ha sido el desarrollo de la gastronomía peruana. La cocina peruana es actualmente una de las mejores del mundo. Goza de prestigio y reconocimiento en todas partes. Las decenas de restaurantes abiertos dentro y fuera del país así lo confirman. Hay restaurantes peruanos en toda Sudamérica (Santiago, Buenos Aires, Bogotá, Asunción, otras), EEUU (Miami, Nueva York, New Yersey, otras) y Europa (Madrid, Barcelona, Londres, Paris, otras).
En este proceso, miles de personas han participado y se han realizado profesionalmente como administradores de restaurante, chefs, bartenders, mozos, marketeros, arquitectos, diseñadores, etc. Personas que día a día están compartiendo sus conocimientos con la sociedad. Y eso es un negocio. Un buen negocio que día a día incluye a más y más personas. Desde comensales que disfrutan de la comida hasta profesionales que ofrecen sus servicios.
Pero la valorización de los conocimientos culinarios ha traído consigo el desarrollo de otra actividad: la educación gastronómica. Los chefs y otros profesionales no ganan dinero únicamente en el restaurant, sino las aulas de algún instituto o universidad. En las últimas dos décadas se han creado cientos de institutos educativos para este propósito, y varias universidades han incorporado esta carrera en su portafolio, brindando una alternativa más para la educación de miles de jóvenes.
Y ello no ha ocurrido únicamente en Perú. En Chile y Argentina, el desarrollo de la enología abrió paso a toda una industria educativa en torno a la producción y comercialización de vinos reconocidos internacionalmente. Estos países tienen no sólo tienen a una de las industrias vitivinícolas más prósperas del mundo, sino también centros de enseñanza destacados que reciben a estudiantes de todas partes del mundo.
Junto a la gastronomía, la informática y los idiomas extranjeros son otros ejemplos de educación que han logrado desarrollarse al amparo del orden el orden espontaneo. Y es que los procesos educativos siempre van ligados al mercado y los negocios. Tratar de separarlos es tan imposible como perjudicial. Los negocios son oportunidades que el empresario advierte, y que al desarrollarse generan un cúmulo de información que puede ser aprovechada por otros. Es así como la educación y la cultura se desarrolla.