Roque Benavides, Presidente de la Confiep
El Comercio, 06 de junio de 2017
Los peruanos hemos vivido uno de los momentos más difíciles de la última década como consecuencia de los embates de la naturaleza, que han dejado a su paso más de 180,000 damnifi cados, 133 personas fallecidas y más de S/ 2,000 millones en pérdidas económicas.
Defi nitivamente, un difí- cil inicio de año para nuestro país, sobre todo para aquellas familias directamente afectadas. Sin embargo, frente a grandes calamidades, tenemos grandes gestos que debemos resaltar. En ese sentido, la inmediata intervención del Gobierno central de la mano con los gobiernos locales, las Fuerzas Armadas, el Cuerpo de Bomberos, la colaboración de diferentes organizaciones privadas y de la ciudadanía en general, han hecho posible que la emergencia sea atendida de manera acertada. Sin duda, fue un momento en que nuestro país se unió en una sola fuerza y, además, demostró la solidaridad que anhelamos mantener como nación.
Sin embargo, la emergencia aún continúa y ahora los peruanos tenemos un gran reto: atender los temas urgentes de salud pública y hacer frente a la etapa de la reconstrucción. Esta reconstrucción requiere de trascender las barreras “fí- sicas” y lograr, a la vez, cambios en la forma cómo actuamos y cómo nos desempeñamos como parte activa de la sociedad peruana.
Las pérdidas en términos de infraestructura han sido bastante altas. De esto no tenemos duda.
Pero ¿cómo podemos contribuir los ciudadanos para evitar otra tragedia en la próxima temporada de lluvias? El Gobierno lo ha denominado como Reconstrucción con Cambios. Justamente, es eso lo que necesitamos con urgencia. Y un cambio profundo, sin duda. Los ciudadanos debemos informarnos más y mejor al momento de decidir la ubicación de nuestras viviendas, el impacto de las actividades que realizamos, la forma cómo explotamos nuestros recursos, entre otros.
En el sector privado, consideramos que la premisa para llevar a cabo esta etapa será reconstrucción sin corrupción. Necesitamos celeridad, es cierto. Sin embargo, también necesitamos recobrar la confianza en que podemos hacer las cosas mejor.
En este gran reto nacional, el sector empresarial reafi rma su compromiso con el desarrollo del Perú y estará presente en las tareas de la reconstrucción del norte del país, así como lo hicimos durante la etapa de emergencia.
Este es el momento de trabajar con una visión de largo plazo. Coincidimos -como ya lo han señalado algunos analistas- en que esta tragedia es una gran oportunidad para el desarrollo del país a través de la construcción de ciudades sostenibles, con sistemas de defensa y protección adecuados frente a inundaciones, crecidas de ríos, etcétera.
Al respecto, el esquema de obras por impuestos (OxI) es uno de los mecanismos en los que se podrá participar. ProInversión ha señalado que existen 140 proyectos para que un promotor privado los desarrolle en el corto plazo en los sectores educación y transportes, por citar algunos
Coincidimos plenamente con la invocación realizada por el director ejecutivo de la reconstrucción, Pablo de la Flor: “Este proceso estará blindado contra la corrupción. Para ello, el apoyo de los gobernadores y el trabajo con la Contraloría serán fundamental, señaló unas semanas atrás.
La creación de la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios presentará el plan de trabajo en tres meses, tiempo durante el cual se llevarán a cabo obras de rehabilitación. Esta entidad tiene a cargo una ardua tarea, todos sabemos, no será fácil, pero es un camino que debemos recorrer juntos y enfocados en el bien común de y para todos los peruanos.