Entrevista a Jorge Picón, Tributarista
Por Nancy Miller
Expreso, 3 de octubre de 2017
Hace algunos días el jefe de la Sunat, Víctor Shiguiyama, hizo una declaración que a muchos dejó preocupados: la recaudadora nacional mantiene a la fecha 9 litigios por deudas tributarias con grandes empresas por un monto ascendente a los 7,053 millones de soles.
Entre las firmas involucradas destacan Telefónica del Perú, Buenaventura, Backus y Cerro Verde, ni más ni menos.
Lo que Shiguiyama no dijo con precisión es cómo se compone esa deuda tributaria y, por eso, EXPRESO entrevistó al tributarista Jorge Picón quien -con plumón en mano y una pizarra- nos explicó las razones por las cuales considera que la misma se basa en acotaciones absurdas.
El especialista dijo que de la deuda total a la que se alude (7,053 millones de soles) más del 80 % son por multas e intereses en todos los casos.
“Son litigios que han durado más de una década por culpa del Estado y no del contribuyente; y aquí se aplica el principio de que la deuda se multiplica por cuatro solo por el hecho que el Estado se demora pese a que sobre este tema hay dos resoluciones del TC”, explicó.
Sin embargo Picón dijo que para explicar todo el problema en su conjunto es necesario precisar que la deuda tributaria está conformada por tres componentes: el impuesto, la multa y los intereses moratorios.
“A partir del 2003 los intereses moratorios son del 14.4 % al año, antes de esa fecha eran del orden del 30 %. Entonces ocurría que si el Estado se demoraba 14 años en resolver un caso, el interés que se generaba se aplicaba sobre toda la deuda. Al día de hoy si una empresa como Telefónica tiene un litigio de S/ 2,000 millones, el 80 % de la deuda son intereses y multas y el impuesto solo es un 20 %”, precisó.
Pero lo más importante -indicó- que ninguno de los 9 litigios que mantiene la Sunat es por una supuesta evasión de impuestos, por el contrario, añadió que en todos los casos la deuda se generó por formalidades mal interpretadas a las que denominó como acotaciones absurdas.
¿Pero cuáles son esas formalidades? le preguntamos. Picón respondió que uno de los casos más emblemáticos es el de Telefónica. Por ejemplo –precisó- la Ley tributaria establece que si los clientes no me pagan yo tengo el derecho de provisionar esta deuda y no pagar la totalidad de impuestos sobre la misma.
Sin embargo la norma tributaria indica que para poder provisionarla, la empresa tenía que hacer un requerimiento de pago al cliente para no pagar el impuesto respectivo. Y Telefónica incluyó en los recibos de pago de sus clientes el monto que adeudaban considerando que éste era el requerimiento de pago que manda la ley.
Sin embargo Sunat rechazó este procedimiento estableciendo que para que haya un requerimiento de pago tenía que haber una carta notarial de por medio cuyo costo, en muchos de los casos, era más caro que el monto no pagado.
Al no existir ese documento sellado por un notario, la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria desconoce el monto que la empresa había provisionado y se genera una deuda a la cual se le suman intereses y moras.
“Los 9 megacasos se basan en este tipo de formalidades, pero tenemos a un superintendente diciendo: miren la cantidad de colegios que se podrían construir con esos más de 7,000 millones. Y con ello se le está dando la percepción a la gente que esas empresas no han pagado impuestos cuando no es así”, dijo.
Jorge Picón sostuvo que en el caso de algunas entidades bancarias que también están involucradas en estos megaprocesos, el problema se generó por el refinanciamiento de deudas sin que exista un documento expreso comunicando la reducción. Es por ello que Sunat ha desconocido la reducción de las deudas procediendo a cobrar los impuestos sobre la totalidad del monto inicial.
“Estamos hablando de deudas tributarias que, por falta de papeles, suman montos que podrían quebrar a mega empresas. Esa es la realidad, y la conclusión es que Sunat acota en base a formalidades a la megaempresa. El 70 % de los casos que la Superintendencia está creando en este momento siempre es ese tipo de motivo”, advirtió.
En ese sentido consideró que las declaraciones del jefe de la Sunat podrían ser tomadas como una suerte de presión a los vocales de la Corte Suprema que tienen en sus manos estos casos.