La Longitudinal de la Sierra (LS) recorrerá las regiones andinas de punta a punta a lo largo de 3500 kilómetros, y sus ocho tramos incluirán carreteras de penetración que los conecten a la Costa. En conjunto estamos hablando de unos 6000 kilómetros. Esta parrilla de conectividad permitirá el traslado de personas y mercaderías entre pueblos de la Sierra, y desde cualquiera de ellos a la Costa.
Si a esto se añade telefonía móvil, banda ancha e internet, más energía, los productores y comerciantes andinos podrán «exportar» sus materias primas o productos elaborados a la Costa o a otros países. En última instancia, la LS permitirá impulsar el anhelado TLC hacia adentro, y abrirá un mundo de oportunidades para que los peruanos, en regiones excluidas hasta el momento, se integren al mercado y la modernidad.
Por fin llegaremos a ser una nación. Aunque para esto será también necesario desarrollar la Longitudinal de la Selva, que aún está bastante verde y se podría complementar con ferrovías.
ProInversión concursará el tramo 2 de la LS pronto, y tiene previsto concursar dos tramos más el próximo año. El tramo 2 fue seleccionado para comenzar porque configura un circuito económico con movimiento interesante, y estaba relativamente mejor estudiado que otros.
Para sacar adelante esta megaobra, la inversión privada es fundamental. Y las asociaciones público privadas (APP) son el vehículo apropiado. Sin embargo, existen cuellos de botella. Uno, los tramos están subestudiados o sus estudios están desactualizados. Dos, se requiere cofinanciamiento del Estado porque el tráfico es limitado, debido precisamente a la falta de buenas vías, lo que no permitiría desarrollar APP autosostenibles. Esto suele conducir a diseñar trazados de una sola vía con pavimento económico de corta vida, para minimizar u obviar el cofinanciamiento, lo que algunos denominan «carreteras para pobres». Algunos encuentran irónico que para salir de la pobreza se habiliten carreteras para pobres.
¿Cómo encarar semejante reto? El tema de los estudios se puede aliviar dando la bienvenida a las Iniciativas Privadas (IP). Una IP es un proyecto estudiado por cuenta y riesgo de un proponente privado, quien lo presenta ante la autoridad competente (actualmente ProInversión para IP cofinanciadas), para que sea evaluada y declarada de interés. Si es de interés, se publica durante 90 días y se concursa entre quienes deseen participar, o se adjudica al proponente si no hay otros interesados. Tras la adjudicación se celebra un contrato de APP. Las IP resultan ideales para los diversos tramos de la LS (y los de la Longitudinal de la Selva).
En cuanto al cofinanciamiento, el MEF dio un importante paso adelante al lanzar un fondo para el cofinanciamiento de IP con un capital semilla de 1500 millones de soles disponible el 2014. Otra variante sería concursar tramos de la LS en APP que crezcan en nivel de servicio conforme crece la demanda, con gatillos de tráfico, lo que permitiría optimizar el otorgamiento de subsidios.
Se podrían concursar dos o tres tramos de la LS al año y terminar de adjudicarlos al 2015 o 2016.La Longitudinal de la Sierra (LS) recorrerá las regiones andinas de punta a punta a lo largo de 3500 kilómetros, y sus ocho tramos incluirán carreteras de penetración que los conecten a la Costa. En conjunto estamos hablando de unos 6000 kilómetros. Esta parrilla de conectividad permitirá el traslado de personas y mercaderías entre pueblos de la Sierra, y desde cualquiera de ellos a la Costa.
Si a esto se añade telefonía móvil, banda ancha e internet, más energía, los productores y comerciantes andinos podrán «exportar» sus materias primas o productos elaborados a la Costa o a otros países. En última instancia, la LS permitirá impulsar el anhelado TLC hacia adentro, y abrirá un mundo de oportunidades para que los peruanos, en regiones excluidas hasta el momento, se integren al mercado y la modernidad.
Por fin llegaremos a ser una nación. Aunque para esto será también necesario desarrollar la Longitudinal de la Selva, que aún está bastante verde y se podría complementar con ferrovías.
ProInversión concursará el tramo 2 de la LS pronto, y tiene previsto concursar dos tramos más el próximo año. El tramo 2 fue seleccionado para comenzar porque configura un circuito económico con movimiento interesante, y estaba relativamente mejor estudiado que otros.
Para sacar adelante esta megaobra, la inversión privada es fundamental. Y las asociaciones público privadas (APP) son el vehículo apropiado. Sin embargo, existen cuellos de botella. Uno, los tramos están subestudiados o sus estudios están desactualizados. Dos, se requiere cofinanciamiento del Estado porque el tráfico es limitado, debido precisamente a la falta de buenas vías, lo que no permitiría desarrollar APP autosostenibles. Esto suele conducir a diseñar trazados de una sola vía con pavimento económico de corta vida, para minimizar u obviar el cofinanciamiento, lo que algunos denominan «carreteras para pobres». Algunos encuentran irónico que para salir de la pobreza se habiliten carreteras para pobres.
¿Cómo encarar semejante reto? El tema de los estudios se puede aliviar dando la bienvenida a las Iniciativas Privadas (IP). Una IP es un proyecto estudiado por cuenta y riesgo de un proponente privado, quien lo presenta ante la autoridad competente (actualmente ProInversión para IP cofinanciadas), para que sea evaluada y declarada de interés. Si es de interés, se publica durante 90 días y se concursa entre quienes deseen participar, o se adjudica al proponente si no hay otros interesados. Tras la adjudicación se celebra un contrato de APP. Las IP resultan ideales para los diversos tramos de la LS (y los de la Longitudinal de la Selva).
En cuanto al cofinanciamiento, el MEF dio un importante paso adelante al lanzar un fondo para el cofinanciamiento de IP con un capital semilla de 1500 millones de soles disponible el 2014. Otra variante sería concursar tramos de la LS en APP que crezcan en nivel de servicio conforme crece la demanda, con gatillos de tráfico, lo que permitiría optimizar el otorgamiento de subsidios.
Se podrían concursar dos o tres tramos de la LS al año y terminar de adjudicarlos al 2015 o 2016.