Comentario de Lampadia
Compartimos uno de los más lúcidos análisis sobre la absurda coyuntura en la que se ha puesto al sistema privado de pensiones
Elmer Cuba, Director Ejecutivo de Macroconsult
Caretas, 26 de noviembre de 2015
El ahorro previsional es distinto al ahorro a secas. El ahorro previsional es equivalente a un seguro que cubre el riesgo de vejez (una pensión), invalidez y muerte (seguros de invalidez y sobrevivencia). Si el individuo es previsor, el ahorro forzoso será parte (un subconjunto) de su ahorro voluntario. Para el caso de individuos de menores ingresos, que no pueden cubrir este seguro, existen mecanismos mixtos de financiamiento. Es decir, entre el Estado y el individuo mismo. Justamente ese es el corazón de los sistemas de seguridad social en el mundo entero.
La “miopía intertemporal” es uno de los sustentos de la existencia de sistemas pensionarios obligatorios en el mundo entero. Sorprende que algunos colegas propongan la eliminación de este seguro de vejez. Se aduce que voluntariamente se ahorra lo mismo o que los padres viven con sus hijos o que siguen trabajando después de los 65 años. La evidencia empírica parece ir por otro lado.
A partir de algunos ejercicios estadísticos sobre la base de la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO), encontramos que una persona mayor de 65 años que no cuenta con una pensión presenta un riesgo relativo de caer en la pobreza mayor que una persona que sí cuenta con pensión. Las diferencias son de 4 a 1, siendo esta brecha robusta incluso luego de aislar el efecto de variables que condicionan en nivel de bienestar o precariedad de las familias a las que pertenecen los adultos mayores.
Lamentablemente, la cobertura del sistema previsional es baja. El sistema privado cubriría sólo a 15% de la PEA total actual, el sistema público a 11%. Es decir, 74% de la PEA no contará con ningún sistema previsional. Para las grandes mayorías la seguridad social es ajena, es el privilegio sólo de los que pueden costearla.
Una de las razones de este estado de cosas es la estructura compleja del mercado de trabajo peruano, donde los 16 millones de peruanos que conforman la PEA empleada tienen diferentes arreglos contractuales o son independientes. Para alentar la afiliación al sistema y por lo tanto la cobertura, debemos hacer esfuerzos para formalizar la economía. En ese sentido, es mandatorio que se eliminen las rigideces en el mercado laboral.
Para los que tienen cuentas individuales en las AFP, la rentabilidad real de los fondos administrados asciende a 7.7% promedio anual desde el año 1993 en que se inauguró el sistema, según cifras de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS). Es decir, sorprendentemente altas y de bajo riesgo relativo.
El sistema previsional funciona para los aportantes al sistema privado. Sin embargo, es sujeto de mejoras. Para el resto, el Estado debe diseñar un mejor sistema y no dejarlos a su suerte. Un pilar contributivo privado (como el actual SPP), un pilar de protección social básico focalizado en adultos pobres (como el actual programa Pensión 65) y un pilar mixto para la gran masa laboral con dificultades de inserción al mundo formal.
Comentarios a algunos temas
Retiro del 96%
Esto no amplia las opciones del pensionista, simplemente puede destruir el concepto de pensión de vejez. Es jugar con fuego. Incluso la Comisión Chilena plantea eliminar el retiro programado y pasar todo a rentas vitalicias, por la evidencia empírica que muestra resultados negativos en el primer caso.
Pensiones Bajas
Como no todos trabajan en el sector formal durante 40 años, algunos fondos individuales serán bajos. Para estos aportantes se pierde el sentido de “pensión”. Se debe permitir el retiro del 100% de su fondo si éste es inferior a S/ 75,000.
Aportes insuficientes a ONP
Para que un aportante al Sistema Nacional de Pensiones reciba una pensión debe tener/acreditar como mínimo 20 años de aporte. No se conoce la cifra exacta, pero son varias centenas de miles de afiliados. Ellos no recibirán nada y están subsidiando al tesoro. O, lo que al final es lo mismo, al resto de pagadores de impuestos. Pobres, nadie los defiende.
Deudas a Pensionistas
Miles de empresas se han quedado con los descuentos previsionales de los aportantes. Ello ha llevado –según la asociación de AFP- a más de un millón de procesos legales de cobranza. Para evitar más casos, se puede pasar el sistema de cobro a Sunat. Y para casos existentes diseñar un sistema de resolución más eficiente.
Casos de Enfermedad Terminal
Se ha planteado que para casos de enfermedad terminal se pueda disponer del íntegro del fondo. En general suena bien, pero hay que tener cuidado que ello no afecte la pensión de sobrevivencia para los beneficiarios. Por otro lado, lo de “terminal” es un poco vago y el sistema se puede pervertir y volverse una “coladera” si no se diseñan bien los mecanismos.
En resumen
Como se trata del bienestar de millones de familias, el tema debe discutirse ampliamente entre diversos actores y sacarlo de la discusión electoral. El ejecutivo puede convocar una comisión de reforma y entregar las primeras conclusiones al gobierno entrante. Ojalá el Congreso no destruya las pensiones.