«Si bien a Arequipa se le conoce como la ciudad del Misti, el rocoto relleno y el sillar, o la segunda ciudad del Perú [cuna del pensamiento nacional y de revueltas y revoluciones]; también es hoy por hoy el polo de desarrollo de la informática/computación de nuestro país. Y tiene el potencial para convertirse en el ‘Silicon Valley’ peruano porque cuenta con la comunidad académica más grande de esta área en el país. Tiene las primeras maestrías en Ciencia de la Computación y maestría en Informática. Ambas a tiempo completo y financiadas por Concytec y están cambiando el mercado local». Así, lo afirma Manuel Bellido, un software engineer de Google en reciente informe publicado en el Útero.pe.
Arequipa es sin duda uno de los polos de desarrollo más importantes del país. En la última década, del 2002 al 2012, duplicó su PBI. Pasó de 9,300 millones de soles (a precios constantes de 1994) a 18,700 millones.Según el IPE ha crecido a tasas anualescercanas al 20%. Es importante destacar que si bien la minería ha sido la locomotora de este proceso, se han sumadootros rubros: El sector construcción es el segundo más dinámico del país, su industria es la más diversificada y su agricultura de exportación una de las más rentables.
El crecimiento ha generado también una alta demanda de empleo y mejoras sustanciales en los Índices de Desarrollo Humano. Es decir, el progreso ha venido aparejado de mejoras en la calidad de vida de sus ciudadanos y el clima político se ha atemperado. Esta situación, sin duda, ha permitido que dos universidades (una nacional, la San Agustín y, una privada, la Católica San Pablo) incuben uno de los ecosistemas de innovación para Startups más prometedor del país. Así lo reconoce Google, luego de realizar un estudio sobre universidades en el Perú, de acuerdo a Bellido.
“Desde hace más de diez años, Arequipa, poco a poco, ha ido concentrando la mayor cantidad de personas con estudios de posgrado en el extranjero en el área de computación. Actualmente concentra más personas con doctorados y maestrías a tiempo completo en áreas de Computación que el resto del país. (…). En Perú radican alrededor de 15 personas con doctorados enseñando en diferentes universidades, 9 se encuentran en Arequipa, de los cuales 8 son profesores en la UCSP y 4 en la UNSA (algunos son profesores en ambas universidades). Además, también tienen a varias personas con maestría, también a tiempo completo en universidades del extranjero”, asegura Bellido.
Arequipa también es líder en la realizaciónde congresos y conferencias de computación. En suma vive un dinamismo importante que viene desarrollando una base sólida para generar una verdadera industria tecnológica, la primera de este tipo que tendría el país. Tal y como lo reconoce Bellido, esto no hubiera sido posible sin el aporte de Concytec y del Finsyt, instituciones estatales que apoyan la innovación y la ciencia y tecnología, y sin el compromiso y esfuerzo de los propios profesores y estudiantes. La oportunidad de contar con una industria tecnológica parece al alcance de la mano porque hay una sólida base académica.
Como advierte Bellido «hay muchas cosas pendientes para lograr tal tarea. La conexión entre academia – inversionistas es lenta y tiene que madurar. Una mayor transparencia y comunicación de lo que se hace dentro de las universidades sería vital para llamar la atención de los inversionistas. También, las administraciones dentro de la UCSP y la UNSA tienen retos enormes si quieren aprovechar esta inercia que tienen entre manos para ponerse al ritmo dinámico de carreras líderes en el país innovando sus formas de trabajar y apoyar a sus propias carreras”.
«El ecosistema ‘startup’ recién está empezando a tomar forma en Arequipa, con iniciativas como Arequipa Valley, eventos como Startup Weekend Arequipa o el próximo taller del MIT Global Startup Labs – Arequipa buscan levantar ideas generadas en este ambiente académico único en el Perú. Algo que en Lima se hace muy bien. Tal vez la interacción entre ambos ecosistemas, Arequipa con su parte académica y Lima con su network de inversionistas podrían hacer realidad esa industria creadora de tecnología que muchos deseamos».
Se espera que esta iniciativa sea recogida e imitada pronto,y que empresarios peruanos la apoyen. Una esperanza es la UTEC, empeñada en desarrollar un Lima Valley, pueda vincularse al esfuerzo arequipeño y jalar a otros grupos de empresarios.
Como señala Marcos Sifuentes, «sin quererlo, el post [de Bellido] pone sobre el tapete los temas cruciales del país: la descentralización, la educación superior, el rol del Perú en la sociedad de la información. (…) Ahora, muchos de los arequipeños que salieron al extranjero están volviendo para crear una incipiente industria tecnológica que continúa el círculo virtuoso. Una región que se proyecta al siglo XXI gracias a la educación[y la innovación]. ¿No es este el sueño?” Creemos que sí. Lampadia