Durante los últimos años hemos seguido de cerca los impactos del segundo gobierno de Michelle Bachelet, quién regresó al gobierno, recargada de una izquierda decimonónica después de su paso por las Naciones Unidas.
Ahora, a punto de pasar a la fase de ‘lame duck’ (pato rengo), el Centro de Estudios Públicos (CEP), ha publicado el magnífico análisis de Raphael Bergoeing, sobre las razones de la frenada económica de Chile, que glosamos líneas abajo.
Invitamos a nuestros lectores a leer la publicación del CEP, pues su análisis también parece hecho para el Perú:
- Cayó nuestro crecimiento
- Se responsabilizó de la caída al precio de los commodities
- Se vendió la idea de que las condiciones internacionales eran negativas
- Se pretendió liberar de culpa a la gestión del gobierno del nacionalismo
La verdad calata, como en Chile, es que los commodities no justificaban el nivel de caída de la economía; las condiciones internacionales siguieron siendo positivas, y otros países no dejaron de aprovecharlas;y se desalentó la inversión privada, tanto por actos específicos vinculados a determinados proyectos, como por el ambiente de incertidumbre que se generó.
“Al revisar la evidencia, se concluye que el factor principal es local y endógeno: un ambiente incierto que llevó a postergar generalizada y persistentemente inversiones.
La hipótesis del ciclo externo adverso omite que, durante los últimos cuatro años, las condiciones internacionales han sido favorables en el contexto histórico.
El daño mayor del complaciente discurso oficial, que asocia la desaceleración con factores incontrolables, es generar la equivocada idea de que el destino económico del país no nos pertenece. Chile se estancó recientemente porque ha hecho las cosas mal, pero volverá a crecer con fuerza si las hace bien”.
Lamentablemente, el gobierno de PPK no supo (o no quiso) marcar distancia con el de Humala, no hizo inventario y mantuvo parte del discurso confusionista, lo que aún no permite que lleguemos a recuperar el crecimiento de la economía. Veamos el caso chileno:
¿Por qué cayó el crecimiento en Chile?
Raphael Bergoeing
Centro de Estudios Públicos
Noviembre 2017
Glosado por Lampadia
Resumen
Crecer poco importa, porque cuando se acumula en el tiempo genera diferencias significativas en el PIB per cápita.Los efectos en la calidad de vida son muy distintos, tanto por su impacto en las oportunidades para las personas, como por los recursos que generan al Estado para su política social.
Hay varias causas posibles para esta desaceleración reciente: convergencia, ciclo externo adverso y problemas domésticos, asociados a una reducción de la capacidad productiva y/o a un mal clima de negocios.
Al revisar la evidencia, se concluye que el factor principal es local y endógeno: un ambiente incierto que llevó a postergar generalizada y persistentemente inversiones.
Primero, dado el nivel de desarrollo de Chile, y a la luz de la evidencia internacional, nuestro país debería crecer sobre 4% al menos durante 15 años más. Segundo, la hipótesis del ciclo externo adverso omite que, durante los últimos cuatro años, las condiciones internacionales han sido favorables en el contexto histórico.
El daño mayor del complaciente discurso oficial, que asocia la desaceleración con factores incontrolables, es generar la equivocada idea de que el destino económico del país no nos pertenece. Chile se estancó recientemente porque ha hecho las cosas mal, pero volverá a crecer con fuerza si las hace bien.
El Contexto
Los países con mayor PIB per cápita tienen, en general, mayores salarios y mejores oportunidades laborales; acceso a más bienes y servicios, más variados y de mayor calidad, para las personas, además de más tiempo libre; más y mejor salud y educación; más infraestructura, como puertos y carreteras; más bienes públicos, como seguridad y parques; finalmente, un entorno menos contaminado y más sustentable.
Explicaciones posibles para la desaceleración
Existen al menos tres hipótesis principales, no necesariamente excluyentes, para explicar el enfriamiento reciente de nuestra economía: convergencia, ciclo externo adverso y problemas domésticos, aso-ciados a una reducción de la capacidad productiva y/o a un mal clima de negocios. Este diagnóstico importa, porque las implicancias de política son muy distintas en cada caso, y su potencial efecto para el sector privado (consumidores, productores e inversionistas) es también muy diferente.
Explicación por Convergencia
La capacidad productiva de un país depende de la cantidad de factores productivos disponibles, la manera como estos recursos se asignan entre sectores y empresas, y la eficiencia tecnológica.
Una pregunta obvia hoy en Chile es si la desaceleración reciente es estructural (es decir, resultado de un menor producto potencial) o cíclica (por factores transitorios, sean estos externos o domésticos).
Dada la profunda agenda de reformas que se aplicó durante los últimos años, y su foco hacia objetivos redistributivos, más que hacia crecimiento, sumados a sus problemas de diseño, podrían explicar, conceptualmente, la reducción en la capacidad de la economía chilena para generar ganancias sustanciales de productividad.
Explicación Minera
Una explicación alternativa para la desaceleración surge de la normalización que experimentó el precio del cobre a partir de 2014.
Si bien efectivamente el precio real del cobre se ajustó de manera significativa durante los últimos años, la explicación minera no calza:
- Este sector representa hoy una parte menor de la actividad agregada. La minería completa —no solo la cuprífera— explica en torno a 10% del PIB total.
- La inversión no minera también se ajustó a la baja.
- Durante estos años el precio del cobre ha estado 25% sobre su valor real promedio desde 19559.
- Otros países, como Australia, enfrentaron un choque global similar a Chile, e hicieron una reasignación productiva hacia otros sectores con rapidez, evitando que su crecimiento se desacelerara tanto.
- Actualmente el precio del cobre está en su mayor valor desde comienzos de la década y, sin embargo, Chile crecerá 1,5%, la menor tasa de los últimos cuatro años.
Según el ranking de atractivo minero del FraserInstitute, Chile cayó desde el cuarto lugar en 2013 al 39 en la actualidad.
Explicación Internacional
Lo que ocurre afuera nos afecta. Durante estos años, el resto del mundo no nos ha perjudicado. Por el contrario, el escenario externo ha sido, en términos históricos, incluso favorable.
El mensaje es claro: Chile se desaceleró más. Chile pasa de crecer 0,7 más durante el periodo 2010-13, a 0,6 menos desde entonces.
Durante los últimos cuatro años volvimos a perder terreno en comparación con los diversos grupos de países reportados por el FMI, desacelerándonos en la gran mayoría de los casos, mucho más que ellos.
La única excepción relevante ha sido América Latina.
Reflexiones Finales
Una lección del episodio reciente de desaceleración económica en Chile es que, para crecer rápida y sostenidamente, la estabilidad importa. Los países desarrollados enfrentan ciclos, pero estos son menos profundos y más infrecuentes que los observados en los países en desarrollo. Porque cuando el entorno económico fluctúa en exceso, el futuro se torna incluso más incierto y las inversiones se estancan.
Lamentablemente, durante los últimos años en Chile, ante un entorno hostil y más incierto, los inversionistas optaron, naturalmente, por esperar. Así, el trienio 2014-16 fue el primero con inversión cayendo cada año desde 1971-7313.
Pero el ajuste sí ha sidolo suficientemente sostenido y amplio como paraproducir un estancamiento de nuestro producto.
Con todo, el daño mayor del complaciente discursooficial, que asocia la desaceleración con factoresexternos, y, por ende, no controlables, es generarla equivocada idea de que el destino económicodel país no nos pertenece, que avanzar es fruto delazar. Las experiencias exitosas durante el siglo XX, yla propia más reciente, muestran que ello no es así. Chile se estancó recientemente porque ha hecholas cosas mal, pero volverá a crecer con fuerza si lashace bien.Lampadia