Después de haber parado la economía por obra y gracia de nuestra clase dirigente, los peruanos estamos ‘groguis’.En poco tiempo (25 años), pasamos de la pobreza más abyecta y la falta de futuro a la abundancia de recursos (2011 – “lo que sobra es plata”) y gran optimismo sobre nuestro desarrollo, para recalar ahora en una nueva ola de restricciones, pérdida de confianza más carencia de liderazgo y rumbo.
En términos del futuro de la economía, nos quieren hacer creer que se acabó la posibilidad de crecer con inversión privada y el aprovechamiento de nuestros recursos naturales. En este artículo mostraremos que la realidad es todo lo contrario. ¡El Perú es Infinito! Tenemos más recursos de los que los 30 millones de peruanos podemos trabajar. Veamos:
Perú tiene un gran potencial productivo. Cuenta con claras ventajas para generar industrias sostenibles en torno a la minería, el sector forestal, la transformación petroquímica, la pesca, las agroindustrias, la energía y el turismo.Es un país muy rico en recursos naturales, con unagran diversidad agrícola, buenas zonas de pesca, grandes y variados yacimientos de minerales y metales, entre otros. Estáclasificado internacionalmente como un país megadiverso.
La economía peruana se basa históricamente en sus condiciones geográficas; las diferentes zonas climáticas facilitan la agricultura; los Andes, ricos en recursos naturales, permiten la minería y el Océano Pacífico, con sus corrientes marinas, hacen posible la pesca comercial.
Actualmente, el crecimiento económico continúa siendo impulsado principalmente por las exportaciones de nuestros recursos naturales, en especial los mineros. Además, la liberalización de los mercados, la apertura del comercio a través de múltiples acuerdos comerciales internacionales, la inversión extranjera directa y la maximización de los ingresos resultantes de sus ricos recursos naturales han brindado un gran impulso a los mercados, con un crecimiento del consumo interno y un mayor desarrollo en el sector financiero del país.
Nos vimos beneficiados por un aumento de los precios mundiales de los commodities justo cuando habíamos permitido el regreso de la inversión privada al conjunto de la economía. Además, con políticas de mercado beneficiosas para la inversión y estrategias agresivas de libre comercio Perú, llegamos aser una de las economías de más rápido crecimiento del mundo. En la década pasada, la economía creció a un promedio anual de 6.1%, llegando a un crecimiento de 8.4% entre el 2006 y 2010 (en ambos casos sin considerar el año 2009 por la crisis internacional) y,al cierre del 2014, las cifras oficiales (según el INEI) indican que la tasas de pobreza alcanzaron un mínimo histórico de 23 % y la extrema pobreza 4.3%.
Entre los años 2001 y 2012 ,las exportaciones pasaron de US$ 7,000 millones a US$ 47,400 millones, multiplicándose por 6.7. Estas cifras incluyen las exportaciones tradicionales como los minerales (principalmente oro, cobre, zinc), pero además se aumentó en textiles, productos químicos, productos agrícolas, harina de pescado, servicios y energía.
Sin embargo, desde el 2011, este crecimiento se ha reducido a un promedio anual de 5.1% (2.4% en el 2014) principalmente por el apagón de los motores del crecimiento. Además las disputas políticas y protestas contra la inversión en grandes proyectos están impidiendo el desarrollo de algunos relacionados con la extracción de recursos naturales en distintas regiones.
La disminución de ingresos por exportaciones que se ha venido registrando en los últimos años por la disminución del nivel de los precios de los commodities podría haber sido compensada por un mayor volumen de producción. Esto se habría logrado si desarrollábamos nuestros recursos con el propósito de acercarnos a nuestro verdadero potencial, seguramente, en términos generales, el triple de nuestra producción actual. (Ver en Lampadia: El reto de los economistas peruanos ante el bicentenario).
La Minería
La minería representa una importante fuente de divisas y la principal fuente de crecimiento del país. El Perú cuenta con una amplia variedad de yacimientos de clase mundial. Es considerado como uno de los países con una gran cantidad, variedad y calidad de recursos minerales del mundo. Es el tercer mayor productor mundial de cobre, zinc y estaño, el segundo mayor productor de plata y el quinto mayor productor de oro. Además, tiene una excelente ubicación geográfica, en el centro de América del Sur, con fácil acceso a los mercados de Asia y América del Norte.
Pero lo más importante es que este sector tiene un verdadero potencial para crecimiento y expansión. Contiene muchas oportunidades para la inversión, principalmente porque aún no se ha explorado gran parte del territorio, dejando un inmenso potencial para el desarrollo futuro. Esto se debe a que Perú está dotado de grandes depósitos de una variedad de recursos minerales. Según un estudio de EY, se estima que sólo el 0.32% del territorio total del país ha sido explorado en el año 2013 (0.29% en 2012). Del mismo modo, están siendo explotados sólo un pequeño porcentaje de las reservas minerales del Perú. Se estima que en 2013 sólo el 0.9% de su territorio se encontraba bajo explotación (0.8% en 2012).
Básicamente, las tasas de producción de Perú son mínimas en relación con el potencial del país. Hoy, a través de técnicas y equipos modernos, un vasto potencial de los diversos minerales comercializables se encuentran cada vez más disponibles en regiones que antes eran inaccesibles.
Esto es importante ya que, según el estudio “El impacto macroeconómico de la minería” las inversiones mineras tiene un beneficioso impacto en la vida de todos los peruanos. Afirma que, “no parece haber otra actividad económica con un aporte macroeconómico potencial tan positivo como la minería”. Además, “de concretarse todos los programas de inversión, la producción de cobre podría incrementarse en 140% para el 2024, equivalente a un ritmo de crecimiento promedio anual de 28%. Aproximadamente el 64% de la nueva producción de cobre se ubicaría en el sur del país”.
En cuanto a empleo, la minería tiene un muy importante aporte, pues por cada puesto directo que crea, genera nueve puestos adicionales en el resto de la economía (indirecto e inducidos, según el estudio del IPE).
Sin embargo, la inversión en minería ya se está contrayendo. En el 2014 llegó a US$ 8,700, que significaría 11% menos a las cifras récord del 2013 (US$ 9,700). Además, según el Presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Carlos Gálvez Pinillos, las proyecciones de nuevas inversiones mineras son preocupantes: Para el 2018, no habría inversión minera. Y, si no sale Tía María, las cifras del 2017 también se reducirían sustancialmente. Sin una mayor inversión en esta industria, no podremos retomar la senda de crecimiento que tuvimos hasta el 2013. (Ver en Lampadia: Hay que prender el motor de la inversión privada).
Según el informe de los efectos de la minería del IPE (Instituto Peruano de Economía), si desarrolláramos la cartera de proyectos mineros, que suma US$57,500 millones, muchos de los cuales se encuentran paralizados, se generarían 2.37 millones de empleos estables, el PBI crecería adicionalmente en US$44 mil millones, las exportaciones en más de US$30 mil millones anuales y los ingresos fiscales en S/.25 mil millones cada año. Es evidente que con estos recursos podríamos construir muchos hospitales, postas, escuelas y carreteras, así como aumentar las remuneraciones de los servidores públicos.
Pesca
La pesca es una actividad productiva muy significativa para el Perú y un sector importante de exportación. El clima estable durante la mayor parte del año y la diversidad de cuerpos de agua continentales proveen condiciones óptimas para el desarrollo de la actividad acuícola. Con cerca de 2,500 kilómetros de costa, la fría corriente de Humboldt es el hogar de una gran diversidad de especies de peces, moluscos, crustáceos, equinodermos y algas. Por el momento sólo alrededor de una quinta parte de los recursos son explotados. Es una verdadera potencia pesquera.
El Perú es el primer exportador de harina y aceite de pescado en el mundo. Se trata de productos que se distribuyen a más de 100 países en los cinco continentes, entre los que destacan China, Alemania, Japón y Chile.
Entre los años 2003 y 2013 el valor de las exportaciones pesqueras se incrementó en 165%, alcanzando los 2,724 millones de dólares; de los cuales el 62% correspondió a productos para el segmento de CHI (consumo humano indirecto) y el 38% restante al segmento de CHD (consumo humano directo).
En el período 2003-2012, los desembarques pesqueros fueron en promedio de 7 millones de TM anuales. En 2012, el 75% del desembarque se destinó a CHI: harina y aceite de pescado. El 25% restante, se destinó a CHD: productos congelados, enlatados y curados.
El sector acuícola viene aprovechando las ventajas de disponibilidad de la materia prima de diversas especies, con un nivel de producción de recursos hidrobiológicos congelados que alcanza un crecimiento promedio de 34% para el periodo 2009-2013. Se destacan 4 especies: truchas, conchas de abanico, langostinos, tilapias y paiche en la selva.
Según Luis Salazar, “si hacemos crecer la pesca para consumo humano hay una oportunidad muy grande, la acuicultura en la mayoría de los países está por lo menos al 50% de lo que es la pesca tradicional, pero en el Perú es una porción muy pequeña.”
Sin embargo, como hemos informado ampliamente, en lugar de avanzar en el desarrollo de este sector, el actual gobierno lo ha debilitado desde la promulgación de D.S. 005-Produce y la falta de control de la pesca ilegal y depredadora de pesqueros extranjeros alrededor de los límites de las 200 millas de nuestro mar.
Agricultura
La gran biodiversidad que existe en el Perú y su clima que produce una suerte de invernadero natural, permiten el desarrollo de diversos cultivos agrícolas autóctonos interesantes para el mercado internacional, muchos de los cuales ya han logrado posicionarse y constituyen nichos para potenciales inversiones.El Perú es el primer exportador mundial de espárragos, café, cacao y banano orgánico. En los Andes, se producen cereales diversos como la quinua, la kiwicha, el tarwi y la cañihua, entre otros, que pueden ser aprovechados por sus características altamente proteicas y sus cualidades nutricionales.
Asimismo, existe un mercado potencial para legumbres como habas y maíces, y para la papa, cuya diversidad llega a tres mil variedades; la gran mayoría poco conocidas fuera del país. Otro segmento de gran potencial es el de las hierbas aromáticas y plantas nativas con usos medicinales o de alto contenido nutricional. En su mayoría, las mismas provienen de las alturas de los Andes y de la Selva Amazónica. En la zona de Selva también se pueden encontrar frutas exóticas como la cocona, la guanábana, el aguaje y el camu-camu, de creciente consumo en los países asiáticos.
Siendo el tercer país más grande de Sudamérica, el Perú cuenta con 7.6 millones de hectáreas con potencial agrícola, de las cuales todavía quedan por desarrollar 4 millones según la FAO. El Perú posee 84 de las 117 zonas de vida conocidas en el mundo y 11 eco-regiones naturales, lo cual hace posible producir una cartera diversificada de alimentos, con posibilidades de producción a lo largo de todo el año.
Además, debemos aprovechar nuestras ventajas comparativas. La ubicación estratégica del Perú en el hemisferio sur permite colocar productos en contra estación, y antes que nuestros competidores directos, en los mercados europeos, norteamericanos y asiáticos.
Según Luis Salazar (SNI), “cuando miramos las posibilidades por sector, la agricultura está muy atrasada y puede crecer fácilmente a un crecimiento de 10%, simplemente por ganancia de productividad y mejora en condiciones de infraestructura”.
Un aumento de la producción de este sector crearía una gran cantidad de empleos. La Asociación de Gremios de Productores Agrarios (AGAP) informó que según Apoyo Consultoría, el empleo directo formal [rural] generado por la agricultura moderna creció a un ritmo promedio anual de 6.6% entre los años 2004 y 2014. Además, la próxima década se generarían 780,000 puestos de trabajo formales directos adicionales en el agro moderno.
Forestal
El Perú todavía tiene que aprovechar el 50% de la superficie terrestre del país cubierta por bosques. Somos el segundo país Latinoamericano con esta riqueza y décimo primero a nivel mundial. A pesar de ello, hemos despreciado este inmenso potencial como se ve expresado en que nuestras exportaciones (US$ 267 millones) no llegan ni al uno por ciento de la demanda global por recursos forestalesHoy en día los productos forestales. incluyen la madera de balsa, goma balata, caucho y una variedad de plantas medicinales. Entre estos últimos es importante considerar la planta de cinchona, de la cual se deriva la quinina (medicamento contra la malaria).
El potencial de desarrollo del sector forestal en el Perú es del orden de cinco veces el de Chile, y constituye un buen ejemplo de la una magnífica oportunidad que se está desperdiciando para generar una producción forestal de más de US$ 30,000 millones anuales, dando empleo de calidad a toda la población de la selva y a buena parte de la sierra.(Solo en la sierra tenemos 7’000,000 millones de hectáreas deforestadas).Ver en Lampadia: ¿Cómo impulsar el desarrollo en la selva? .
Conclusión
Por lo tanto, no nos dejemos embaucar por falsos mitos de la maldición de nuestros recursos naturales. Para el Perú son, más bien, una bendición y debemos aprovecharla para volvernos un país sin pobreza que con la base de nuestros recursos naturales pueda crecer y potenciar las grandes capacidades de nuestros creativos y trabajadores ciudadanos.Lampadia