El enfrentamiento entre el gobierno regional de Cajamarca, encabezado por Gregorio Santos, y el gobierno central, ha dejado una gran huella en el historial de conflictos sociales de nuestro país y ha dejado en evidencia, una vez más, el creciente rechazo hacia la empresa privada.
En estos tiempos de gran convulsión social, con conflictos latentes o en pleno desarrollo alrededor de todo el país, es fácil crear un estereotipo facilista de que todas las regiones (fuera de Lima y la provincia constitucional del Callao) están en contra de cualquier inversión privada.
Sin embargo, sí existen regiones que no solo están abiertas a este tipo de iniciativas, sino que incluso buscan atraerla mediante publicidad y otros incentivos. Preguntamos a nuestros seguidores cuáles creían que eran las regiones más comprometidas con esta tarea.
Sorprendentemente, los resultados son muy variados. Al parecer, los votantes están convencidos que varias regiones impulsan iniciativas privadas.
Arequipa (28%) y La Libertad (24%) lideran los resultados. En el segundo caso, el éxito del proyecto Chavimochic y la recuperación de las grandes azucareras en manos de empresas privadas son una evidencia clara.
Sorprende el número de votos por Cusco, una región que ha protagonizado varias protestas en contra del proyecto Camisea (por ejemplo, la exportación de gas a México). Sin embargo, también se han planteado proyectos interesantes, como el aeropuerto de Chincheros.